Salinas, la capital turística de Castrillón y uno de los centros veraniegos más importantes de Asturias y del norte de España se ha ido afianzando como tal en los últimos 100 años. La localidad comenzó a tener entidad como población a mediados del siglo XIX con la llegada a Arnao de la Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM) en 1833. Pocos años después, comenzó a desarrollarse una colonia veraniega que tuvo su etapa de esplendor hace un siglo, cuando en 1916 se inauguró el Real Club Náutico, que se había fundado como sociedad un año antes.
Además, a finales del siglo XIX, la Universidad de Oviedo eligió Salinas para construir un edificio destinado a colonias infantiles. La iniciativa arrancó en el marco de la Institución Libre de Enseñanza promovida por Giner de los Ríos y bajo la tutela, entre otros, de los catedráticos de la Universidad de Oviedo Fermín Canella, Aniceto Sela, Adolfo González Posada y Adolfo Álvarez Buylla,. Algunos también veraneaban en Salinas lo que supuso otro factor para el descubrimiento de la localidad como destino turístico. A principios del siglo XX Salinas se convirtió en una zona de vacaciones de la burguesía de Oviedo, una de las promotoras de la construcción del Real Club Náutico. Su primer presidente fue Manuel Álvarez-Buylla.
Los cien años de historia del Real Club Náutico de Salinas han quedado recogidos en un libro escrito por Víctor R. Carreño y editado por ediciones Nieva el año pasado. Un volumen que recoge la historia de la entidad social unida inexorablemente a la de la localidad castrillonense.
El viejo edificio de madera inaugurado en 1916 fue sustituido por otro más moderno que se inauguró en julio de 1960. El actual edificio se inauguró en junio de 2006. Antes, en 1996 la mar derribo el muro de contención que separa las instalaciones del Club de la playa de Salinas. Entonces se iniciaron unas negociaciones entre la entidad social, la Demarcación de Costas y el Ayuntamiento de Castrillón que culminaron con la prolongación del paseo marítimo delante del Náutico.
Balneario
El Club Náutico fue la confirmación del potencial turístico de Salinas que a finales del siglo XIX ya habían advertido algunos industriales y comerciantes de la comarca de Avilés. En junio de 1887 se abrió en la playa de Salinas el primer balneario de madera que 20 años después comenzó a ser gestionado por Antonio Treillard, padre del que sería alcalde de Castrillón Luis Treillard, el autor de la modernización turística de Salinas con la construcción del primera paseo marítimo a principios de la década de los sesenta del siglo pasado.
Un incendio destruyó en 1912 el balneario de madera y Antonio Treillard levantó en 1916 otro edificio, esta vez de fábrica. Tras varias reformas a lo largo de un siglo, actualmente acoge el restaurante Real Balneario.
En las inmediaciones del antiguo balneario, el Ayuntamiento de Castrillón construyó otro en la época del desarrollismo del siglo XX que fue demolido hace unos años tras varios de abandono. El derribo del edificio permitió recuperar el paseo marítimo que actualmente discurre desde La Peñona hasta El Espartal.
