Hisae Yanase es ella, y muchos más. Al menos así es como esta artista japonesa afincada desde hace años en Córdoba presenta su última obra "Kuchu no Hako" (caja en el aire), una intervención colectiva de arte organizada por Amigos de Medina Azahara en el Conjunto Arqueológico de Madinat Al-Zahra que incluye la realización de una campaña de micromecenazgo para financiar todos los costes del proyecto, un taller de cerámica en la Escuela de Arte Dionisio Ortiz (donde se produce la obra), la instalación pública en el patio del museo y la organización de un ciclo paralelo de conferencias y mesas de debate en torno a la cerámica, el patrimonio, la arquitectura y el arte contemporáneo. Ayer Yanase habló de esta actuación en la Factoría Cultural y por la tarde inauguró en el Centro Municipal de Arte y Exposiciones (CMAE) una muestra que se podrá visitar hasta el 26 de noviembre en conmemoración de la 22.ª edición del certamen "San Agustín" de cerámica.

"Con la crisis el arte se paralizó. Sin dinero parece que no podemos hacer nada, pero con voluntad es posible trabajar", manifestó la artista durante la conferencia en la que explicó los pormenores de "Kuchu no Hako" ante decenas de personas que abarrotaron el teatro de la Factoría Cultural, un complejo que valoró Yanase. "Durante treinta años trabajé como maestra en una Escuela de Arte y hace tres me jubilé, pero sigo haciendo cosas. Este centro me gusta porque el arte tiene que combinar distintas disciplinas, de otra parte la vida se volvería monótona y aburrida", ahondó la japonesa que ha llegado a Avilés cargada de piezas como crisálidas (sanagui) que penden en ocasiones de sacosde lycra u objetos de la serie sango, en los que mezcla arcilla, terra sigillata y óxidos metálicos con objetos encontrados como hilos, plumas, cañas o alfileres.