Los 34 extrabajadores de Montrasa-Maessa -antes de Jofrasa- que desempeñaban tareas auxiliares en la fábrica de Alcoa y acabaron en la calle el pasado mes de abril después de que su empresa decidiera no renovar el contrato que la unía a la multinacional del aluminio pleitean ahora para recuperar la parte del sueldo que les fue "recortada" -en algunos casos hasta cinco mil euros anuales- con la justificación de "cuadrar los números" para que Montrasa pudiera mantener su parcela de trabajo en la planta aluminera de San Balandrán.

De los 34 afectados, han decidido litigar 22; y de ésos, siete tenían juicio ayer: cuatro aceptaron una oferta que les hizo el abogado de la empresa por el íntegro de su reclamación -según indicó el portavoz del colectivo, Ricardo Martínez- y tres rechazaron conceder "rebajas" y siguieron adelante con el juicio. "Los 34 de Montrasa", como se les conoce, tienen abiertos tres frentes judiciales: éste de los sueldos, otro para que se declare nulo su despido y un tercero para dilucidar su posible subrogación a Alcoa en virtud del Acuerdo de Oviedo, regulador de las relaciones entre las gran industria y el sector auxiliar.