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Una empresa retoma la construcción de pisos en los edificios esqueleto de Luanco

La actuación en estos símbolos de la crisis inmobiliaria se desarrollará en tres fases y permitirá habilitar cien viviendas en La Vallina

Los edificios esqueleto de la entrada de Luanco, con su nuevo vallado. MARA VILLAMUZA

La imagen de la entrada de Luanco cambiará en los próximos meses. Los "esqueletos" de cinco edificios situados en el barrio de La Vallina serán objeto de una operación urbanística que pondrá fin a este símbolo de la crisis inmobiliaria en la comarca avilesina. Una empresa constructora ha adquirido los terrenos, propiedad del "banco malo", para desarrollar un proyecto que quedó estancado a finales de enero de 2010. Desde entonces, esa finca ha permanecido intacta, con la estructura de los grandes bloques al aire, además de un pequeño parte infantil con dos aparatos que ningún niño utiliza. De hecho, el terreno solo suele ser transitado por un caballo que pasta en la zona. Nada más. Las licencias de construcción solicitadas en su momento por la anterior constructora ya caducaron y ahora toca hacer borrón y cuenta nueva.

El alcalde de Gozón, Jorge Suárez, esbozaba ayer una sonrisa que simboliza la satisfacción de dar salida a un problema que se ha extendido más de lo previsto. Cuando la actuación urbanística comenzó a desarrollarse en 2008, un año después del estallido de la llamada crisis económica, pocos pensaban que las más de cien viviendas previstas en La Vallina no iban a estar ocupadas y a pleno rendimiento ocho años después. Ahora, la situación ha cambiado. La constructora interesada en desarrollar el proyecto mantendrá una reunión mañana viernes con el Alcalde para hablar del proyecto.

La actuación fue paralizada el 28 de enero de 2010, según señaló Suárez tras preguntar a los técnicos municipales. "La obra se desarrollará en tres fases y tendremos que hacer una pequeña modificación del proyecto inicial con la idea de empezar cuanto antes", expresó el Regidor gozoniego. La actuación no solo aportará un importante balón de oxígeno económicamente hablando a costa de las licencias urbanísticas, sino que ayudará a mejorar la imagen de la principal entrada a la localidad.

"Actualmente, la imagen que dan esos edificios sin terminar no es la adecuada para la capital del concejo y mejorará aún más cuando los pisos estén finalizados y retiremos las vallas publicitarias", señaló Suárez, satisfecho con el interés de la constructora en "arrancar esa operación urbanística que se quedó colgada porque además de mejorar la imagen de Luanco dará trabajo a personas que están actualmente desempleadas".

El Alcalde explicó además que no será necesario demoler ningún "esqueleto" para continuar con la construcción de las veinte viviendas por bloque, es decir, cien pisos nuevos para el barrio de La Vallina y ubicados frente al poblado chabolista de La Paxarada. Ahora, solo queda contar los días para que la obra sea retomada y la estructura de los bloques comience a tomar formar. Por el momento, la empresa ya ha renovado el vallado perimetral de la finca afectada con el fin de ejecutar la obra a la mayor brevedad posible.

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