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El tráfico y la industria elevan un 50% la contaminación por benceno en Avilés

La mayor presencia de hidrocarburo en el aire, si bien está por debajo del límite legal, contrasta con el descenso generalizado de la polución

Tráfico denso en la avenida de Santa Apolonia. RICARDO SOLÍS

El benceno, un hidrocarburo presente en el humo que emiten los vehículos a motor y asociado a la actividad industrial -muy en especial a las baterías de coque como las de Avilés-, se ha convertido en el principal foco de preocupación ambiental en la comarca debido al incremento en un 50 por ciento de su presencia en la atmósfera. Este aumento de la contaminación por benceno contrasta con una mejoría generalizada del conjunto de la polución en Avilés, con bajadas de todas las sustancias tóxicas controladas en casi todos los puntos donde se toman muestras.

La estación de control del benceno situada en el Centro Tecnológico de Arcelor (cerca del puente Azud) registró en 2015 una media anual de concentración de benceno de 1,2 microgramos por metro cúbico; en los nueve primeros meses de este año esa media aumentó a 1,8. Y la estación de Llaranes, la más próxima a las baterías de coque, arrojó una media de 2,5 microgramos por metro cúbico en 2015 que este año ya se ha elevado a 3,4. El valor límite de la media anual que contempla la ley es de 5 microgramos por metro cúbico.

Estos datos forman parte de los recopilado hasta el 27 de septiembre pasado por los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y que hace unos días conocieron los miembros de la comisión de seguimiento de la calidad del aire de la comarca de Avilés. En el periodo considerado hubo bajas generalizadas en los valores medios de inmisiones a la atmósfera excepto para el benceno y para un punto de medición, la controvertida estación ubicada al lado de la ITV de Las Arobias. La red de control de las industrias, cuyos datos no se hacen públicos salvo en foros especializados como la comisión local de control de la calidad del aire, arrojó resultados espectacularmente mejores que en 2015, con descensos en ciertos contaminantes de hasta el 37 por ciento (caso de las partículas menores de diez micras).

En contraste con este panorama parcialmente alentador basado en datos oficiales, el Colectivo Ecologista de Avilés insiste en describir una situación pésima de la calidad del aire y en airear con frecuencia casi diaria la existencia de picos contaminantes -fruto de las mediciones de las estaciones de la red oficial de control de la calidad del aire- para los que no hallan explicación. Además, los ecologistas dudan de la fiabilidad de los datos oficiales ya que en algunos casos, afirman, "están trucados" y en otros "manipulados"; una muestra de esa supuesta "manipulación" sería, por ejemplo, la no validación de mediciones negativas de contaminantes con la excusa de que los equipos presentan averías o un calibrado incorrecto. Desde la Administración regional aseguran que los protocolos de control de la contaminación se hacen "con celo y rigor" y que las denuncias de los ecologistas, aparte de "alarmistas", son infundadas.

Las mejores noticias sobre la calidad del aire avilesino llegan de la red de estaciones que vigilan la polución "a pie de fábrica", es decir, dentro de las instalaciones industriales. Existen doce estaciones de este tipo y según los datos en poder de la Consejería de Medio Ambiente el número de superaciones del valor límite diario (50 microgramos por metro cúbico) de partículas en suspensión mayores de diez micras (PM 10) descendió un 37 por ciento en los primeros nueve meses del año: 175 superaciones frente a 325 en 2015. La mejoría referida al contaminante dióxido de azufre se tradujo en sólo dos días en los que se superó el valor límite horario (habían sido catorce en 2015) y la del dióxido de nitrógeno en una caída de más de dos puntos de la concentración media de este tóxico y un solo episodio de superación del valor límite horario (fueron dos en 2015).

No obstante, las mediciones de dióxido de azufre en la red oficial de control de la calidad del aire de Avilés arrojaron un saldo peor que el año pasado: ha crecido la concentración media en la zona de Las Arobias y Llano Ponte. En sintonía con lo ocurrido dentro o cerca de las fábricas, la concentración de dióxido de nitrógeno descendió un 12 por ciento y la de partículas menores de 2,5 micras un 22 por ciento (este último agente contaminante sólo es controlado en la estación de Salinas).

La contaminación por PM10 merece renglón aparte: se mantuvo estable o descendió en toda la ciudad excepto en las estaciones de control de Llano Ponte y Las Arobias, donde los días en los que se superó el valor límite aumentó respectivamente un 200 y un 28 por ciento (aunque la media anual disminuyó en ambas). El caso de Llano Ponte no es significativo estadísticamente puesto que se pasó de tres superaciones a nueve y el de Las Arobias (77 superaciones este año frente a 60 del año pasado) tiene una lectura controvertida.

El Ministerio de Medio Ambiente, como antes la Consejería de Medio Ambiente, ha concluido que los datos que recoge la estación de control de la contaminación de Las Arobias son técnicamente inválidos "por cuanto la misma no cumple con los requisitos de ubicación que establece la normativa europea y nacional de calidad del aire, ya que no existen viviendas permanentes a su alrededor". En efecto, la Directiva 2008/50/CE relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa, establece en su anexo III lo siguiente: "El cumplimiento de los valores límite para la protección de la salud humana no se evaluará en las ubicaciones situadas en zonas a las que el público no tenga acceso y no existan viviendas permanentes, los locales de fábricas o instalaciones industriales en las que se aplican las normas de protección en el lugar de trabajo correspondientes y en la calzada de las carreteras y en las medianas de las carreteras, salvo cuando normalmente exista un acceso peatonal a la mediana". Y la estación de marras incumple al menos dos de esos parámetros.

Cabría pensar que si la ubicación es inválida, lo pertinente sería cambiar de sitio la estación, pero a este respecto la Consejería de Medio Ambiente hace saber que "el mantenimiento de la ubicación actual de la estación de Matadero se justifica por dos motivos: para evaluar la eficacia de las medidas de reducción de emisiones implantadas en el Puerto de Avilés y porque ya ha sido utilizada para evaluar la calidad del aire y hay que cumplir con el requisito que establece la Directiva 2008/50/CE en su anexo V sobre el mantenimiento de los puntos de muestreo que han superado el valor límite de PM10". Es decir, que la normativa comunitaria incurre en una contradicción: invalida la ubicación de la estación de control de la contaminación de Las Arobias pero impide moverla porque en el pasado (y en el presente) dio indicadores negativos de polución. Es por esto que la autoridad ambiental asturiana pone en cuarentena los datos sobre la polución recogidos en Las Arobias -los peores del concejo- y no los considera significativos para la evaluación general del aire de Avilés.

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