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De la calle Cuba a La Habana

Una avilesina que abrió en 2014 un restaurante en la capital de la isla ya ha servido platos asturianos a Miguel Bosé y Pablo Milanés

Fachada principal de Casa Pilar, en el barrio Miramar de La Habana. P. F.

-¿Qué hace una avilesina en La Habana?

-Vivir, que no es poco, y sobre todo disfrutar.

Pilar Fernández también trabaja, y mucho. Aunque para esta mujer de sesenta años abrir cada día las puertas de su restaurante en La Habana es, más que una obligación, un placer. Fernández, hija de un trabajador de Ensidesa, pasó su infancia y adolescencia en el barrio de La Luz. Con 17 años se trasladó con su familia a Las Meanas y más tarde se asentó en la calle Cuba. Cosas del destino ahora ha rehecho su vida en la capital de la mayor de la isla de Las Antillas donde en 2014 montó un establecimiento hostelero en el que no faltan platos asturianos. "Tenemos cachopo, y fabes cuando me llegan de casa. También croquetas de cabrales y de compango, pulpo con patatines...", asegura.

La hostelera avilesina ya ha sentado en sus mesas a políticos españoles de diferente ideología, a chefs como Jordi Cruz, Daniel García o José Andrés; a periodistas como Carlos Herrera, y a actores y músicos de la talla de Benicio del Toro, Miguel Bosé, Pablo Milanés, Jorge Perugorría, Kelvis Ochoa o Carlos Varela además de "Premios Príncipe" como Javier Sotomayor y Leonardo Padura. "¡La Habana es mucha Habana!", exclama esta veterana emprendedora que hasta que llegó a Cuba jamás había tenido relación con el mundo de la hostelería.

-¿Y qué le llevó a Cuba?

-Trabajo. Vine a la feria de La Habana hace ahora en noviembre 21 años. A partir de ahí desarrollé diferentes proyectos, desde la creación de la empresa mixta entre Central Lechera Asturiana y el Complejo Lácteo de La Habana o la dirección de un complejo turístico importante en La Habana. Ahora monté Casa Pilar.

Y Casa Pilar es ya un referente en la gastronomía cubana. Tanto es así que no descarta ampliar sus metas con algún nuevo proyecto en el mundo hotelero, pero Fernández sigue el ritmo cubano también en los negocios. "Aquí dicen ve suave para que se te dé", precisa. Asegura, a su vez, que a los cubanos les encanta la cocina española y especialmente la asturiana. "Les recuerda a sus abuelos, que en muchos casos eran asturianos. Asturias está muy presente en Cuba", subraya esta mujer que regala elogios a la isla.

"Cuba es un país amable y tranquilo con un pueblo alegre y culto. El clima, la música, el paisaje y el paisanaje hacen que te sientas como en casa. El cubano es muy amable y acogedor", recalca. En su restaurante, eso sí, tiene un escollo añadido a la hora de ofrecer ciertos platos. "En Cuba hay escasez de productos, no podemos olvidar que sigue siendo un país bloqueado. Pero con imaginación y muchas ganas conseguimos hacer una cocina lo más parecida a la asturiana, por lo menos eso es lo que dicen los clientes que nos visitan", explica. El mayor piropo que ha recibido en sus años como hostelera tiene que ver con el arroz con leche.

"Cuando me dicen que el arroz con leche que han probado les ha transportado a Asturias o que en el restaurante huele a cocina asturiana es lo mejor que puedo oír", confiesa esa avilesina que pertenece desde hace tres lustros a la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba. "Durante los años que trabajé para empresas extranjeras fui miembro de la junta directiva pero desde que soy cuentapropista, término con el que se denomina en Cuba al autónomo, soy solamente un miembro más de este colectivo", señala.

Pilar Fernández tiene su vida en La Habana, a miles de kilómetros de la céntrica calle Cuba de Avilés que le vio partir. Siempre que puede se escapa a su ciudad natal, pero a día de hoy reconoce que su presente está en La Habana. "En Cuba la vida y los platos se cocinan a fuego lento como debe ser para disfrutar de todos los sabores", concluye este huracán avilesino que se puede encontrar en Miramar.

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