Por segunda vez en menos de 48 horas, y coincidiendo con la marea baja, decenas de cadáveres de peces han sido vistos flotando en la ría de Avilés, muy en especial en el tramo comprendido entre el Centro Niemeyer y el puente Azud. Algunas personas que han ido esta mañana a pasar o hacer deporte a la ría refirieron la existencia de un "olor acre", si bien el aspecto del agua no delataba nada anómalo: a diferencia de otros episodios contaminantes, el color de la ría era el habitual y no se apreciaban manchas oleaginosas, habitual indicador de la existencia de un vertido. Un suceso similar ocurrió el domingo; entonces los agentes del Seprona y técnicos de la Consejería de Medio Ambiente tomaron muestras del agua y de los peces muertos, si bien aún no han trascendido los resultados de los análisis realizados.

Según han puesto de manifiesto los miembros del Colectivo Ecologista, "este nuevo vertido, se suma a la lista interminable de episodios contaminantes que acaban en la la ría de Avilés, de la que cada poco tiempo nos anuncian que desaparecerá esa lacra, pero por mas tiempo que pasa sigue produciendo con demasiada frecuencia para sonrojo de las autoridades que lo permiten. Unas autoridades que, por otra parte, no son capaces de identificar a los responsables, que son impunes a las normativas ambientales y las buenas practicas disponibles".