La presidenta regional del PP, Mercedes Fernández, acudió ayer a Avilés bien arropada, ante el riesgo de encontrarse una plaza hostil, toda vez que las relaciones con la presidenta local, Carmen Rodríguez Maniega, distan de ser cordiales. Fernández, que llegó apenas rebasada la hora anunciada de inicio del acto, lo hizo acompañada del vicesecretario de Organización del PP regional, Luis Venta Cueli, que fue el encargado hace días de anunciar públicamente la existencia de una "cuenta oculta" en el PP avilesino, uno de los motivos de fricción.

A la puerta del hotel donde se iba a celebrar el acto la esperaban varios militantes, entre ellos el portavoz avilesino, Carlos Rodríguez de la Torre, con corbata color verde esperanza. Él estuvo a su lado durante las declaraciones a la prensa, y también muy de cerca la acompañó la presidenta de Nuevas Generaciones y concejala del PP de Avilés, Reyes Fernández Hurlé. Otros rostros próximos a Mercedes Fernández fueron los de la diputada regional Emma Ramos y la edil Ana Bretón.

Difícil, sin embargo, fue colocar a las dos presidentas -la local y la regional- en la misma foto, ya que Maniega, con una amplia sonrisa desde el principio, esperó sentada dentro del salón, por lo que no tuvo que saludar. Llegó acompañada de la tesorera del partido en Avilés, Marta Fernández del Viso, y se sentó cerca de los concejales Constantino Álvarez y Francisco Zarracina (próximos a ella), en segunda fila y al lado de una columna.

Entre los dos centenares de personas que abarrotaron el céntrico hotel avilesino para escuchar a la presidenta regional del PP figuraban dirigentes regionales y líderes en diversos concejos, pero también personas que estuvieron vinculadas a Foro. Así, se dejó ver el presidente de la Sociedad Económica de Amigos del País, Antonio Sabino, y también el exconcejal forista en el Ayuntamiento de Avilés Alejandro Gelaz, así como la en su día edil popular Corín Astariz. Las sonrisas eran amplias en todos lados, comenzando por la de la propia Mercedes Fernández. Otra cosa será saber si la procesión iba por dentro.