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Avilés mete miedo en Madrid

La compañía "Hijos de Mary Shelley" triunfa en el teatro María Guerrero con soliloquios góticos que nacieron para el Celsius 232

Miguel Ángel Silvestre, Espido Freire, Jorge Usón, Ruth González y Enrique Sánchez-Ramos, en una imagen promocional. MARCOS G. PUNTO

El María Guerrero, que está en Madrid, es un templo en el que ofició durante tres semanas la compañía teatral "Hijos de Mary Shelley", que se se dedica, principalmente, a dar vida a elementos góticos que dan miedo: fantasmas, cadáveres que reviven... Las cosas del terror más romántico. "Llenamos todos los días, tuvimos críticas buenas. A comienzos de año iniciaremos la gira", señala el escritor Fernando Marías, que es uno de los motores incombustibles de un proyecto literario que nació hace un lustro en Avilés para dejar de lado las presentaciones homogéneas de autor en mesa redonda.

"El proyecto fue evolucionando y a los cuentos se fueron sumando poco a poco cine, poesía, cine", continúa Marías. La mesa en la que todo esto se fue amasando estuvo siempre en Avilés. "En auditorio de la Casa de Cultura pusimos unos sofás y empezamos a contar cuentos", dice Marías, que aparte de novelista de éxito hace tiempo que se transformó en actor que da mucho miedo.

El espejo en el que comenzaron a mirarse Fernando Marías, Espido Freire, Vanessa Montfort y unos cuantos más fue el de la villa Diodati en aquella noche otoñal en la que Mary Shelley, su marido Percy Shelley, Lord Byron o Polidori decidieron contarse cuentos de terror. "Y salió Frankenstein", apostilla Fernando Marías, que promete regresar a Avilés con un montaje redondo que es la suma de una serie de soliloquios a los que dan vida actores tan preclaros como Jorge Usón, Miguel Ángel Silvestre o Ruth González, que es la que más profundamente se ha comprometido con el proyecto y que se llevó admiraciones sin cuento de quienes acudieron cada noche y durante tres semanas a la sala Princesa de Centro Dramático Nacional. "Ahí debutamos, pero en Avilés, en el Festival Celsius 232, fue donde echamos a andar", reconoce Marías.

En 2013, comenzó la fiesta. "Y ahora hemos visto que estábamos listos para este espectáculo", cuenta Marías. "Vanessa Montfort había escrito 'Sirena negra'. Lo representó González en Avilés, el cineasta Elio Quiroga lo escuchó allí y se empeñó en hacer un corto. Tardó un tiempo, pero se ha llevado premios en Estados Unidos, en la India... en algunas ocasiones fue la actriz la de los premios", relata. "Poco a poco, fuimos probando. Hasta ahora, cuando montamos el espectáculo 'El hogar del monstruo'", cuenta Marías, que también estuvo detrás del primer recital poético en el cementerio. Todo con mucho miedo.

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