"Últimamente ves más carbonilla en los alféizares de las ventanas, eso sí se nota", explicaba Elena García ayer al hilo de la prealerta por contaminación dictada por el Principado. Ramón Gago, por su parte, apostillaba. "Si no te paras a pensar, es lo de siempre; si te paras, empiezas a ver carbonilla", subrayó este vecino del Quirinal, que venía de honrar a sus familiares en el cementerio de La Carriona: "Las lápidas que tenían que ser blancas, amanecieron negras", apuntó. En general, los avilesinos alertan de un aumento de la suciedad en el aire, aunque se resignan: "Estamos demasiado habituados".

"La verdad es que no me fijo en la contaminación. Hace tiempo que nos hemos acostumbrado a respirar todo esto", apuntaba José María Lus, vecino de Las Meanas. Rafael Yudego Marcos añadía, a media mañana, que "esto que vivimos ahora no es nuevo". "Bueno, puede ser que la niebla de estos días se haya dejado notar, pero no más que otras veces", recalcaba. "Es lo de siempre; quizás algo peor", añadía.

Y es que los ciudadanos se han resignado a convivir con la contaminación. "Ahora no es mayor que en los años sesenta y en los setenta, entonces no había quien parara aquí", apuntaba Rafael Gago, a media tarde. José Torres le seguía. "Nos criamos con la Fedionda y con Ensidesa", aseguraba. Y Lorena Costa también manifiesta similar opinión: "La polución se nota desde el verano". Así que el aguante era la actitud generalizada ayer en un concejo que parece haber aceptado la mala calidad del aire como un mal con el que convivir. Y que ayer no se sorprendió por la decisión que tomó el Principado.