La vida de Sara Ryan cambió por completo hace tres años. Su hijo Connor Saparrowhawk murió ahogado en una bañera cuando apenas tenía 18 años en una institución del Reino Unido dedicada al cuidado de personas con discapacidad y enfermedades mentales. Entonces, decidió iniciar una campaña para denunciar la precaria vida que sufren las personas con discapacidad en los centros que, supuestamente, tienen que velar por su salud y en los que cada año mueren muchos residentes "por los malos cuidados y negligencias". Y así surgió la organización "Learning Disability England" y la campaña "Justice for LB", que ayer llegó a Avilés gracias a una docena de personas con discapacidad y familiares de enfermos que realizó esta semana parte del Camino de Santiago del Norte para difundir su mensaje de lucha contra las injusticias. El primer tramo concluyó ayer en la villa y la idea es retomarlo el año que viene en el mismo punto.

"Actualmente, el Reino Unido, debido a las políticas de austeridad, ha cortado el apoyo para el cuidado y el día a día de las personas con discapacidad intelectual. Nuestro gobierno ya ha sido investigado por Naciones Unidas por fallos y ahora, con el Brexit, el gobierno está amenazando con retirarse de las leyes de los derechos de los seres humanos. Por eso, nosotros luchamos por los derechos básicos que no consigue la gente y por eso caminamos juntos", aseveró ayer Alicia Wood, representante de "Learning Disability England" durante un encuentro con la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, y miembros de la Corporación municipal.

Los integrantes del grupo entregaron a Monteserín un tapiz de patchwork realizado con cuadros de telas enviados por diversas familias, que se colgará en la Factoría Cultural.