Ser "coherente" con sus principios y con su ideología es lo que lleva al doctor Laureano López Rivas a mantener una intensa colaboración con diversas organizaciones de la comarca y es lo que le ha hecho merecedor del Premio a la Labor Voluntaria de 2016, que concede el Ayuntamiento. Rivas comparte protagonismo con la Asociación Comisión Católica de Migrantes (Accem) y La Curuxa Integración Social. Los premios se entregarán el próximo 30 de noviembre.

El jurado, formado por entidades y ONG y representantes políticos, motivó el galardón al doctor, ya jubilado, "en su alto grado de implicación para ayudar a las personas". Así, participa con la Asociación Española de la lucha contra el Cáncer, con la Asociación Celiaca Principado de Asturias, con Alcohólicos Anónimos, la Asociación de enfermos de Crohn, además de con las plataformas por los servicios públicos. López Rivas se mostró sorprendido por el galardón, del que no se considera merecedor: "Hay mucha gente por ahí que está haciendo mucha labor y no entiendo porqué me lo dan. Lo que creo es que el asociacionismo en la ciudad se merece un premio en su conjunto, porque realiza muchísimas cosas".

Accem, por su parte, ha sido galardonada "por el gran trabajo que viene desarrollando durante todos estos años con los colectivos de inmigrantes y refugiados". "Para nosotros es una satisfacción que el movimiento asociativo de Avilés haya apoyado la candidatura El voluntariado no solo es sinónimo de compromiso social sino que también vertebra la intervención con las personas refugiadas en Asturias y en Avilés", aseguró ayer Javier Mahía, responsable en Asturias de Accem. Mahía afirma que para la organización que dirige la figura del voluntariado "engrana" todos sus principios "de participación y compromiso social". "El voluntariado es un paso más de solidarización y contribución para construir un mundo mejor", aseguró.

Los "pequeños proyectos", como el de La Curuxa, también merecen premio y así lo reconoce el jurado, que estima que esta asociación "intenta visibilizar las necesidades y apoyo de las personas con diversidad funcional, trabajando los recursos que tienen a su alcance para favorecer su desenvolvimiento personal". Su lema es que "todos necesitan apoyos" y así unen a chavales de entre 14 y 21 años tanto con diversidad funcional como sin ella para que participen en diferentes proyectos, según explicó Nuria Martí. "El grupo se autogestiona. Somos un voluntariado un poco atípico porque todos participan en el mismo espacio", añadió.