Arside Construcciones Mecánicas, una de las joyas del grupo Melca, sólo dio beneficios en tres de los últimos diez años (2009, 2012 y 2013) y generó pérdidas por valor de casi 3,5 millones de euros en el conjunto de los restantes. Especialmente grave se tornó la situación en los años 2014 y 2015, cuando Arside presentó cuentas con pérdidas por importe de 2.022.793 euros y la cifra de negocio pasó de 3,24 millones a 1,97, esta última la segunda más pobre de la década. En correspondencia con los malos resultados económicos, la plantilla se redujo hasta los 29 empleados con que cerró 2015 frente a los 38 de 2011, por ejemplo, o los 49 de 2005, cuando el negocio era más boyante.
Los datos anteriores han sido divulgados por los actuales gestores del grupo que fundó José Luis García Arias como ejemplo de la deriva perniciosa que llevó Arside en los años que su administración dependió del fundador o de su hijo Miguel García Becerril, el único que se mantuvo al lado de su padre cuando estalló la crisis familiar que dividió el imperio de Melca en dos bandos aparentemente irreconciliables. Según fuentes consultadas por este diario, los hijos de García Arias que han tomado el control -Daniel y Elena García Becerril- consideran especialmente grave que Arside tuviera más de dos millones de pérdidas entre 2014 y 2015, años en los que facturó por valor de 4,3 millones.
José Luis García Arias, el fundador de Melca ahora defenestrado dentro del holding, avisó el martes a través de estas páginas del inminente cierre de Arside por culpa del conflicto familiar, la caída de la carga de trabajo y la pérdida de confianza de los clientes. La versión de los actuales gestores es más optimista, si bien prosiguen con el proceso liquidatorio del grupo, lo cual añade cierta incertidumbre, compartida por los trabajadores, sobre el futuro de las empresas de la corporación Melca. La situación de pérdidas de Arside coincide, como ya publicó LA NUEVA ESPAÑA, con la que tenía Construcciones Avilés, otras de las firmas del grupo en "números rojos".
