La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cien años de Zeluán en un revistín

Ricardo García, familiar del fundador de la centenaria localidad gozoniega, da pinceladas sobre la historia de su pueblo natal en una pequeña publicación

Cien años de Zeluán en un revistín

Ricardo García Iglesias nació en Zeluán y conoce la historia de su centenaria localidad anexa a la ría al dedillo. No en vano es sobrino-nieto de su fundador, José Fernández García, "Pepe La Vara, allá por 1916. Zeluán está situada en la duna de San Balandrán, sobre las marismas del Pevidal. A finales del siglo XIX, la vida en el entorno de la ría comienza a industrializarse con el ferrocarril, la construcción de la dársena de San Juan en 1894 y la mina de Arnao. "Comienza a haber trabajo en un lugar donde los que tenían caserías pequeñas solían emigrar", destaca García Iglesias, que ha elaborado un revistín que repasa los principales cambios sufridos en este pequeño pueblo en el que, a día de hoy, vive poco más de un centenar de personas. Las industrias provocaron que vecinos de Podes, Ambiedes y Manzaneda, entre otras parroquias, comenzaran a trabajar.

"Pepe La Vara" era constructor. Edificó una capilla en Laviana, la escuela. "El campanario actual de la iglesia lo hizo Pepe La Vara", detalla su sobrino-nieto. Una de las primeras casas levantadas fue la del constructor en un terreno que, a día de hoy, es un solar ubicado frente a la chapistería. Paralelamente, años atrás, la marquesa de Maqua desecó las marismas de lo que ahora es el polígono industrial y ya en 1910 comienza a construirse el malecón de Zeluán. De aquellas obras surgió el topónimo del pueblo. "Uno de los trabajadores que hizo la obra había hecho la mili en Melilla y cuando cargaba las vagonetas recordaba sus trabajos de entonces y decía: tierra pa Zeluán -como así de denomina a una ciudad marroquí que fue parte del protectorado español-", explica el investigador.

Tras la construcción de la casa de "Pepe La Vara", que era de Manzaneda, llegaron las de Casa Ledo, que era de una familia que procedía de Ambiedes, y más tarde, Casa Quevedo con vecinos de Llodero. "Se puede afirmar que el núcleo como tal surgió en los años veinte del pasado siglo", destacó García Iglesias. La villa fue evolucionando poco a poco hasta que en la década de los años cincuenta comienza el desarrollo industrial con Ensidesa y otras fábricas aledañas. Un albergue para trabajadores con servicios y duchas y las casas de los encargados de las fábricas estaban en Zeluán. Años más tarde, comienza a llegar al pueblo gente de diversas comunidades y aumenta la construcción. "Entre los años sesenta y setenta, la parroquia de Laviana solía tener entre 600 y 800 habitantes, y rápidamente pasó a tener mil más. En Zeluán, llegamos a alcanzar los doscientos vecinos", señaló el investigador, que aún recuerda cuando Zeluán era un espacio más verde, con árboles y vecinos que solían secar las sábanas en el prao. "Ahora eso es impensable", apostilla. En los ochenta, llegó la época de la reconversión industrial.

Uno de los principales problemas que presenta en la actualidad la localidad anexa a la ría son las inundaciones provocadas por las crecidas de la ría avilesina. Otro problema que preocupa a los vecinos es la contaminación, algo inimaginable cuando Pepe La Vara decidió proyectar la que fue la primera vivienda de Zeluán hace ya un siglo.

Compartir el artículo

stats