El cierre de una instalación productiva que a día de hoy da empleo a varias decenas de personas de la comarca avilesina -entre 400 y 600, según quien realice el cálculo- no es una buena noticia. Esto es lo que piensa José Manuel Castro Ordóñez, secretario general de la sección sindical de CC OO en Arcelor Mittal Asturias, del cierre en 2019 de las baterías de coque de Avilés. "Nos hubiera gustado que la instalación cumpliera todos los requerimientos medioambientales, pero esto conlleva una inversión que finalmente se ha destinado a reconstruir de manera integral las baterías de Gijón y en este sentido en poco podemos incidir. Pero sí defenderemos que el cierre de baterías de Avilés conlleve medidas dirigidas a paliar la pérdida de empleo como, por ejemplo, la reapertura de la línea de pintura", manifestó Ordóñez, que abogó por nuevas inversiones en la acería de Avilés que garanticen todos los puestos de trabajo, directos e indirectos. "A Avilés podrían venir también otras instalaciones acabadoras", concluyó.

Iñaki Malda, secretario general de la sección sindical de UGT en Arcelor Mittal de Avilés, coincide con su colega de Comisiones. "El cierre de las baterías de Avilés tiene dos lecturas. Por un lado, llevar a Gijón las baterías supondrá mejoras medioambientales y de producción, pero no se puede olvidar que hay que mantener los puestos de trabajo. Por eso me gustaría que los que todos estos años han deseado fervientemente que se cerraran baterías pongan el mismo interés en defender los puestos de trabajo", sentenció, y agregó en este sentido: "Las baterías de coque generan entre 400 y 500 puestos de trabajo. Por eso instamos a Arcelor a que supla el empleo que se va a perder en la comarca, y tiene herramientas para hacerlo". Aclaró al respecto: "La línea de pintura está parada desde hace años y se podría poner a funcionar. También se podría desarrollar algún producto nuevo con una instalación menos agresiva y tecnológicamente más desarrollada y más limpia". Malda avanzó que la UGT hará lo imposible porque no se pierda ni un solo puesto de trabajo. "Espero que entonces nos acompañe el movimiento social", subrayó.

Israel Castro Sánchez, secretario comarcal de USO, se mantuvo en la misma línea. "El cierre de baterías es una mala noticia para los trabajadores. Desde USO esperamos que se pierda el mínimo empleo posible y que se contrarreste el cierre de esta instalación con nuevas inversiones".

Al igual que para los sindicatos, el empleo también es la principal preocupación para las formaciones políticas. La Alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, defendió que los trabajadores sean recolocados y mostró su respaldo a sus representantes "en este proceso de salvaguarda de los empleos y de la actividad en el conjunto de las instalaciones avilesinas". La Alcaldesa anunció su intención de trabajar para que una vez se cierren las baterías, "el suelo que ahora ocupa siga siendo productivo y generador de actividad económica". "Esos terrenos son propiedad de la SEPI que, necesariamente, se incorporarán al parque empresarial Principado de Asturias (PEPA). El objetivo es acoger nueva actividad productiva innovadora y tecnológicamente más avanzada, más sostenible medioambientalmente y generadora de empleo cualificado, dentro del Parque Tecnológico 'Avilés Isla de la Innovación'", afirmó.

El PP, a través de su portavoz municipal Carlos Rodríguez de la Torre, prefirió ser prudente con la decisión de Arcelor aunque, eso sí, confía en que haya una salida para los trabajadores afectados. Por su parte, David Salcines, portavoz de Somos Avilés, valoró el cierre de unas baterías obsoletas y fuente de contaminación. "Las políticas medioambientales no tienen que estar reñidas con el empleo. Las inversiones deberían ir para modernizar esta fase del proceso productivo. Ya no es solo una cuestión medioambiental sino también de retos competitivos, ya que esas inversiones nos pueden situar en los puestos de cabeza de producción", aseguró.

Alejandro Cueli, portavoz de IU, defendió el mantenimiento del empleo aunque también avaló que las baterías "tienen que estar en las debidas condiciones para que no sean incompatibles con la salud". "La instalación está siendo polémica porque no adopta las medidas necesarias para paliar la contaminación y está en el punto de mira de los avilesinos. Pero a la vez son un elemento importante para el mantenimiento de la industria y del empleo en la comarca", apuntó.