Los accionistas de Construcciones Avilés, S. A. (Coavisa) -un 60 por ciento del capital está en poder de Cartera de Inversiones Melca (en liquidación) y el 40 por ciento restante es propiedad de los herederos de Marcelino Fernández Villamarzo- acordaron ayer asignar la administración de la empresa a Servicios Inmobiliarios Avilés (SIA), otra de las sociedades del conglomerado del Grupo Melca. Así mismo, los representantes del paquete accionarial mayoritario -los hermanos Daniel y Elena García Becerril, hijos del fundador del holding, José Luis García Arias, y la esposa de éste, Isabel Becerril- manifestaron por boca de un abogado que la intención es "mantener viva la compañía". Lo que no aclararon, ni en la junta de accionistas ni a preguntas de este diario, es qué va a pasar con la deuda de 3,7 millones de euros que el Grupo Melca reclama a su participada, una exigencia que llevó al anterior administrador, el propio José Luis García Arias, a renunciar al cargo previa declaración de insolvencia de Coavisa e inicio de los trámites para un preconcurso de acreedores. "De eso no se habló en la reunión,", aseguró el mismo abogado.
La junta de accionistas celebrada ayer fue la última iniciativa que tomó José Luis García Arias en el ejercicio de su cargo como administrador único antes de renunciar al mismo. El orden del día preveía (segundo punto) la deliberación sobre medidas a adoptar ante la situación de insolvencia de la compañía pero el asunto no llegó siquiera a tratarse. La elección de SIA como sociedad administradora implicará con toda probabilidad que sea la administradora de ésta, Elena García Becerril, la que asume la gestión directa de Coavisa a partir de ahora.
