El conductor que atropelló a una hostelera avilesina el pasado 19 de octubre en el cruce entre la avenida San Agustín y Fernando Morán reconoció ayer en los juzgados avilesinos que "había bebido", comunicaron fuentes judiciales. El investigado continuó ruta hasta su casa tras el brutal atropello y los agentes lo detuvieron en su vivienda del barrio del Quirinal. Tras su detención se negó a someterse a la prueba de alcoholemia, según trascendió de la investigación. La víctima, C. R. M., continúa hospitalizada en el Hospital Central de Asturias (HUCA).

La mujer, de 56 años, se encontraba en la acera cuando un Peugeot rojo que bajaba a gran velocidad por Severo Ochoa y se dirigía hacia El Quirinal se subió al bordillo, arrancó de cuajo un semáforo y una señal vertical y se llevó por delante a la peatona, explicaron testigos presenciales. El impacto fue tan brutal que la mujer salió despedida unos seis metros. El conductor, según la misma versión, no paró en ningún momento y siguió ruta con la luna totalmente destrozada y con la defensa rota.

Fuentes próximas al caso explicaron que el conductor (M. A. G. F., de 42 años) se negó a prestar declaración ante las fuerzas de seguridad. Ayer compareció ante la titular del Juzgado de instrucción número 3 de Avilés, a cargo de la instrucción del caso. En medios jurídicos explicaron que M. A. G. F. aseguró no haberse enterado de que había atropellado a una persona. Según su relato, el semáforo contra el que impactó con su vehículo le impidió ver a la mujer, que estaba en la acera esperando a cruzar el paso de peatones.

Está previsto que en los próximos días pasen por el juzgado los testigos para ofrecer su versión de los hechos ante la juez a cargo del caso. "Pasó todo muy rápido. En primer lugar el coche chocó contra el bordillo y luego corrigió la trayectoria, volviendo a la calzada y siguiendo por la calle. Lo primero que hice fue apartarme, para que no me llevase por delante; y luego fue cuando vi a la mujer tirada en el suelo e, inmediatamente, llamé al 112. Fue lo primero que hice", explicó a este periódico la noche del atropello uno de los testigos presenciales del suceso, el primero en atender a C. R. M. "Sangraba abundantemente por la cabeza, pero cuando llegaron los servicios de emergencias ya emitía ruidos, por lo que tengo esperanzas de que se recupere", abundó.

La mujer ingresó en el hospital con graves heridas (politraumatismo craneoencefálico grave, diversas fracturas y un posible edema pulmonar) de las que sigue recuperándose en el hospital, según fuentes próximas al caso. Al conductor se le atribuyen inicialmente delitos por conducir bajo los efectos del alcohol, por negarse a hacer la prueba y por circular de manera temeraria. No se descarta que también se le pueda acusar de un delito de lesiones graves por imprudencia.