Los niños del concejo están preparados para un terremoto. Nadie lo desea, pero aun así los pequeños ya conocen el protocolo para actuar en este tipo de situaciones. La asamblea local de Cruz Roja simuló ayer en el polideportivo luanquín un campamento especial preparado para catástrofes.

"Aprendimos a salvar a la gente", comentó orgullosa Carlota Caicoya, una alumna de 4.º de Primaria del colegio de La Vallina. A su lado, Hugo Álvarez, de su clase, tenía claro que lo primero que hay que hacer con un herido es "comprobar si está despierto" o consciente. "Si no respira hay que llamar al 112 y darle treinta veces con las manos sobre el pecho para reanimarle", añade. A Carlos Medina lo que más le llamó la atención fue la camilla, el collarín y "un aparato eléctrico", es decir, el desfribilador que se usa en casos de urgencia cardiovascular y que vio en el interior de una ambulancia.

El campamento, situado en el interior del polideportivo, estaba dividido en seis talleres que se corresponden con el protocolo de actuación con los heridos en casos de catástrofe. Lo primero que hicieron los pequeños fue aportar sus datos personales para posteriormente acudir a la zona de camillas. "Donde las camillas nos enseñaron un neceser con cepillo de dientes, gel, champú,...", explicó el pequeño Daniel Suárez. Ese kit de higiene suele ofrecerse a los heridos en este tipo de situaciones. La coordinadora de la asamblea local de Cruz Roja, Covadonga Gutiérrez, detalló además que en casos de grandes inundaciones, terremotos y otros desastres suele haber espacios dedicados a los niños con pequeños juegos y en el polideportivo de Luanco, también hubo uno sinmulado. "Aquí jugamos al baloncesto", destacó uno de los pequeños que insistía una y otra vez en que lo mejor es telefonear al servicio de emergencias. "Si te pasa algo, llamas al 112 y ellos lo solucionan", dijo.

Tras el espacio de juegos, llegó otro más crudo, el de la reanimación cardiovascular de los heridos y posteriormente, los miembros de Cruz Roja llegados de varios puntos de Asturias, mostraron a los pequeños el interior de las ambulancias. "Es importante aprender a salvar la vida a las personas", remató al final Lucía Rodríguez.