Juan Ignacio Pais Garrido (Montevideo, Uruguay, 1993) se estrena con "Brújulas" (Nortesur, 2016) en la literatura. El colaborador habitual de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés presentó ayer su primera producción. Lo hizo en compañía del músico Chema Vargas, que además es el prologuista de su libro.

-¿Qué enciende la mecha de la poesía?

-Para poder escribir mostré mucho interés desde chico por el cine, por la lectura... Sentí la necesidad de bajar al papel lo que sentía haciendo una y otra cosa, pero creo que fue fundamental el hecho de que me crié con cuatro mujeres: mi madre, mi abuela y mis tías. Había que saber exteriorizar lo que escuchaba en casa.

-"Brújulas" parece que invita a un viaje exterior y, al tiempo, a uno interior.

-Lo he dejado a la libertad de cada uno que me lea, aunque tiene que ver con el trayecto geográfico de mi vida: desde Uruguay a Europa.

-Usted nació en 1993 en Montevideo.

-Pero no viví allá nunca. Me crié en una zona residencial a unos cuantos kilómetros de la capital, un lugar lleno de pájaros, de viento, de mar... Lo que sucede es que tenía un deseo por conocer la gran ciudad. Lo que sentí la primera vez que estuve en Buenos Aires se confirmó a mi llegada a Europa. Aquí estoy desde hace ocho años.

-Uno escribe porque lee y usted ha leído a Paul McCarney y Gustavo Adolfo Bécquer.

-Tiene que ver esto que dice con las "Brújulas" del título. La poesía también que ver con la belleza de escribir.

-¿Cuándo se termina un libro?

-Es una buena pregunta. Quizá este no lo haya terminado. He escrito y editado y he vuelto a editar.