El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital ha convocado desde esta mañana a los representantes de las grandes empresas consumidoras de energía eléctrica para participar en la tercera subasta de interrumpiblidad (pago por desconexiones en caso de saturación). Estas subastas -que se desarrollarán a lo largo de toda la semana- son cruciales para el desarrollo de las producciones de compañías como Arcelor, Asturiana de Zinc (Azsa) y, sobremanera, Alcoa. Cuanto más gasten en la factura de energía, menos beneficios obtendrán los grandes consumidores. Se da la circunstancia de que Alcoa considera la electricidad como materia prima, esto es, elemento fundamental para la fabricación de lingotes de aluminio.

En las pujas, que se celebrarán en Madrid, los grandes consumidores de electricidad lanzarán ofertas por 10 bloques de 90 megavatios hora (MW) y por entre 286 y 394 bloques de 5 MW, es decir, entre 1.430 y 1.970 MW. El precio de salida para cada megavatio del bloque de 5 MW será de 160.000 euros, frente a los 310.000 euros por cada megavatio hora del bloque de 90 MW, según el procedimiento publicado para la subasta en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Los pujadores trabajan al estilo de la rula: de más caro a más bajo. La labor de los pujadores de las grandes empresas es lograr que los de las medianas no adquieran los grandes bloques a precios muy bajos. Los contrarios a este sistema señalan la paradoja de que lo que puede beneficiar a una mediana empresa puede dejar temblando a una de las grandes. Estas subastas son cruciales para el desarrollo económico de Avilés.