La escritora Ángeles Caso (Gijón, 1959) se sometió ayer a mediodía al escrutinio de los alumnos de cuarto de la ESO del IES Carreño Miranda. Y de esa fiscalización salió bien parada. La novelista asturiana les explicó, por ejemplo, que "el artista, el creador, siempre es un rebelde contra la sociedad". Y abundó en esta afirmación al apostillar que "la sociedad siempre trata de asfixiarnos".

Los estudiantes del Carreño Miranda que la interrogaron estuvieron estudiando estos días pasados a las tres hermanas Brontë (Emily, Charlotte y Anne), las protagonistas de "Todo ese fuego", el penúltimo título de la escritora que protagonizó la jornada de ayer en el centro educativo. Las preguntas que le formularon se encaminaron a desentrañar cuál de las tres hermanas escritoras era la preferida de Caso, si era mejor el periodismo o la literatura o cuándo decidió que el suyo iba a ser un futuro relacionado con la escritura. Y Caso respondió con generosidad a los 110 alumnos que llenaron la antigua capilla del instituto avilesino.

Estuvo acompañada en la mesa por los profesores Feliciano Suárez y Deli García Lobo, que fue la que se encargó de presentar a la novelista, recibida minutos antes con aplausos. García Lobo cerró, de hecho, su intervención glosando una respuesta que Caso había dado a la revista de las bibliotecas asturianas. "Ella dijo que esperaba que algo de lo que leyó a los escritores buenos se le hubiera quedado a ella. Esperemos que se os quede algo de Caso en vosotros", apuntó la profesora.

El primero en intervenir fue un alumno de cuarto A. "¿Con cuál de las tres se identifica más?", preguntó. La respuesta de Caso fue frondosa, pero, en síntesis, se resumía en un nombre: "Emily Brontë era más introvertida que yo, pero como escritora es la que más admiro". En "Todo ese fuego" la autora asturiana cuenta la historia de tres mujeres que escriben "en una habitación muy pequeña tres de las obras más reconocidas de la literatura universal: nunca ha vuelto a pasar", ponderó. "Ella, además, era una amante de la naturaleza. También lo soy yo. Viví durante más de treinta años en Madrid y echaba de menos la naturaleza, nuestra naturaleza, la de aquí. En eso me parecía a Emily", reconoció.

Los alumnos del Carreño Miranda también se interesaron por el proceso de escribir de Caso. "Me cuesta mucho escribir una novela, no me resulta fácil". Pese a ello, reconoció, que la necesidad de escribir le viene de cuando tenía 6 años. "Mi padre, que era catedrático de Literatura, nos contaba cuentos basados en el 'Quijote', en la 'Odisea'. Lo que me hacía sentir era lo que muy pronto quise poder conseguir yo misma", dijo Caso, que no se estrenó en la literatura hasta que no cumplió los 32 años. "Tardé mucho en superar la vergüenza de ver publicado lo que escribía", señaló la escritora, que recordó que muy pronto se dio cuenta de que "los artistas tienen que ser absolutamente libres", remató.