La concejala de Festejos, Ana Hevia, se mostró interesada ayer en "ofrecer toda la información necesaria y despejar todas las dudas para demostrar que hasta el último euro se gastó en actividades programadas y que no hubo apropiación de fondos ni quebranto para las arcas públicas". Aseguró, además, que ni cometió delito ni dejación de funciones que justifiquen su dimisión. "Se han cometido anomalías, errores de tramitación, pero considero que ese no es motivo de dimisión". Y, pese a que en sus declaraciones se declara inocente de todo lo ocurrido, echó un cable al gerente del área. "Estoy convencida de que todo el dinero se gastó en Festejos. Pudo haber cometido errores de tramitación, pero desde luego no tengo duda de su honestidad". Por último reconoció que las exigencias del área son a veces "difíciles de conciliar con el aparato administrativo".