El restaurante casa Tataguyo, que dirige desde hace 37 años Juan Rivero , ha sido distinguido con el premio a la Trayectoria Empresarial de Hostelería y Turismo que concede la Unión de comerciantes de avilés y Comarca UCAYC, que se entregó ayer en el hotel 40 Nudos de la ciudad.

Si hay un restaurador en la ciudad que merezca por su trayectoria una distinción de estas características este es, sin duda, "casa Tataguyo", un local por cuyas mesas han pasado desde los clientes más distinguidos , hasta otros anónimos a los que se ha tratado por igual, siempre con exquisita educación y esmero.

Para Juan Rivero este premio, que ya no es el primero, es un reconocimiento a "la casa y al tiempo que llevan trabajando" sobre todo en los tiempos difíciles, que han sido muchos. El restaurador reconoce que problemas como el del Niemeyer han perjudicado mucho al turismo de la ciudad , "el Niemeyer era un motor para la comarca", explica, y ahora estamos sin él.

La historia de casa Tataguyo se escribe con letras mayúsculas y se remonta, , que existan documentos que lo acrediten, a 1845, fecha a la que pertenece un documento de propiedad en el registro a nombre de ramón Valdés y Valdés. En él se habla de una casa de comidas situada en la plaza del Carbayedo de Avilés e integrada por una taberna, comedor, carnicería, cuadra y pensión.

En este tiempo la taberna se llamaba casa campanal. Fue hacia mil ochocientos noventa y pico cuando la familia bajó a cabruñana y dejó la taberna en manos de un "llevador". En 1900, los campanal abandonan el n negocio, la casa y la adquieren los llamados tatagutos, un matrimonio integrado por las familias Nuñez y Granda. El era de Carbayedo y ella de san Sebastián, y, durante el tiempo que tuvieron el restaurante, según cuenta Juan Rivero, pasaron por un buen número de vicisitudes, guerra civil incluida, hasta que, hace treinta y siete años, se hizo cargo él del negocio, cuando ya estaba instalado en su actual ubicación, en la magdalena. Juan realizó en el restaurante un gran número de mejoras y obras hasta convertirlo en el restaurante de prestigio y solera que todos conocemos hoy. Por sus meas han pasado políticos, actores y demás personajes del mundo de la cultura . Uno de los clientela asiduos al Tataguyo era D. ramón rato, tenía por costumbre acudir a comer al restaurante de Juan y levar el agua de fuensanta o a veces se presentaba con una Lubina que acababa de comprar en Cudillero para que se la cocinaran. Cuenta Juan Rivero como , en una ocasión llegó orgulloso con una lubina que, al abrirla olía a fango y, Juan Rivero tuvo que acompañarle a Cudillero a devolvérsela al pescador.

Otro de los clientes ilustres, este mas reciente, del Tataguyo , es Brad Pitt. Durante su visita al Niemeyer, el actor estadounidense disfrutó escanciando sidra y probando los mejores platos de este restaurante avilesino.

Muchos acuerdos políticos y empresariales se han cerrado en las mesas del Tataguyo, lo mismo que miles de celebraciones de pedidas, aniversarios y otras grandes ocasiones han escogido este restaurante para los grandes momentos.

El porqué, Juan Rivero lo repite una y mil veces: calidad, calidad y calidad. No se puede bajar la guardia en este sentido, incluso en los momentos de crisis hay que escoger el mejor producto y pagar por el. No hay mas secreto, los pescados de piscifactoría no son para este cocinero que lleva toda la vida comprando su materia prima en las rulas de Avilés y Cudillero. Siempre pescado muy fresco, carne roxa asturiana D.O. y los mejor de la huerta para elaborar cada dia una carta equilibrada y perfecta.

La cocina del casa Tataguyo es variada, plural y sorprendente. Destacan, por encima de todo las materias primas. Con ellas, se elaboran también deliciosos platos de cuchara que nunca faltan en las sugerencias del dia y que, según Juan Rivero, son los preferidos de los ejecutivos y personas de empresa. Uno de los platos estrella son el pote asturiano de verdina y compango, la fabes con almejas o un arroz caldoso con almeja fina.

Casa Tataguyo conserva elementos muy importantes de la cocina tradicional asturiana, como sus famosos callos , pote o guisos, entre los que ha adquirido especial fama la longaniza vasera con patatas, tan tradicional como solicitada y su milhojas caramelizada.