"Todos somos conscientes de que hasta el último euro ha ido destinado al pago de los servicios necesarios para la organización de las fiestas de la ciudad. Ni un solo euro se ha desviado en ese sentido y no ha habido mala fe en ningún momento, ni merma para las arcas públicas, ni otro interés que el cumplimiento del servicio público", manifestó ayer el concejal Manuel Campa, presidente de la comisión de Hacienda, una vez finalizado el proceso de fiscalización y presentación de las alegaciones en relación con las disfunciones detectadas en el área de Festejos que lidera Ana Hevia.

El también concejal de Promoción Económica defendió asimismo que los errores administrativos detectados a raíz de una denuncia de Somos y confirmados por un informe del área de Intervención y que ascienden a 10.884 euros "tienen que ver con el empeño del servicio para que, a pesar de las dificultades económicas y los recortes presupuestarios, Avilés tuviera una fiestas a la altura de la ciudad". Y subrayó en este sentido: "El propio servicio se autoimpuso un mayor nivel de exigencia y un mayor volumen de trabajo para conseguir mantener la calidad de las fiestas avilesinas, y esto derivó en errores de tramitación que, en otras circunstancias, no se hubieran producido".

Mientras la oposición pide el "cese fulminante" de Ana Hevia por los pagos irregulares de su área, Campa justificó ayer: "Estamos hablando de 10.884 euros de un total de 840.000, lo que nos da la dimensión exacta de los hechos. Debemos decir que, después de la revisión completa y exhaustiva, de todos los gastos a justificar por el servicio de festejos, el 98,7 por cierto presenta una tramitación perfecta", concluyó el edil avilesino, que analizó el trabajo diario del departamento de Festejos.

"En el día a día surgen circunstancias que son muy difíciles, cuando no imposibles, de prever y que exigen la toma de decisiones inmediatas para garantizar el éxito de las fiestas o la propia seguridad de las personas". El concejal de Promoción también se refirió a las "singularidades específicas" de muchos de los proveedores de Festejos. Entre los ejemplos citó el de personas que, estando jubiladas y por tanto no ejerciendo una actividad profesional, desarrollan actividades tradicionales o que están fuera del mercado".