La actriz Maggie Civantos (Málaga, 1984) será Maggie La Gata, la mujer tan despreciada como enamorada de "Una gata sobre un tejado de zinc caliente", una nueva versión de la tragedia de Teneessee Williams que se estrena mañana viernes (20.30 horas) en el auditorio del Centro Niemeyer. Conversa con LA NUEVA ESPAÑA por teléfono.
-¿Se oye bien? Que es que tengo obras y no se si escucharán los martillazos.
-Como la seda. ¿Todo listo para el estreno?
-Mañana (hoy) estaremos en Avilés. Con muchas ganas.
-Lo vendieron todo en nada.
-Ya me dijeron. Me da mucha alegría que haya tanta gente en Avilés que quiera ver el estreno. Estoy muy nerviosa.
-Pues no sé si le calmará que le digan que estrenan el Niemeyer como local de estrenos.
-(Risas) Pues la verdad es que no, pero va a gustar mucho.
-Usted será Maggie La Gata.
-¿Sabe? Cuando estudiaba trabajamos una escena de la obra en la escuela. Debía de tener 15 años. Lo que quiero decir es que el personaje es bastante familiar para mí. Siempre consideré que el personaje de Maggie La Gata estaba en el "top ten". Así que, cuando me lo ofrecieron, no lo dudé. Además, me encontré con un gran producción y un elenco brillante. Así que sí, muy contenta: interpretar este personaje requiere una gran energía. No sólo por el primer acto, el de Brick y Maggie. El drama que presentamos es muy profundo.
-¿Cómo caracteriza su personaje?
-Hay mucha gente que no ha visto otras versiones de la obra, ni siquiera la película...
-Pero es un clásico.
-El personaje de Maggie no puede soportar la situación en que se encuentra: falta de amor por parte de la persona a la que ella ama más de lo posible. Se habla del rechazo, del sufrimiento... Creo que el mayor de los sufrimientos es la soledad. Todo esto se ha representado muchas veces, pero Amelia Ochandiano, la directora de la función, ha señalado unas pautas muy subrayadas que me parecen estupendas. Estas propuestas de Ochandiano convierten a Maggie en un personaje muy cercano al espectador, que siente empatía con ella porque, a fin de cuentas, lo que ella sufre es cercano y universal.
-¿Cómo fue lo de meterse en un proyecto como este?
-Fue muy fácil. Ya lo ha dicho usted: es un personaje muy conocido, un clásico. Me llamaron, tuve una entrevista con Amelia Ochandiano y a los pocos días me confirmaron el papel. Para mí fue un sueño, un personaje tan pasional como este no siempre te cae en las manos.
-Y, además, está la sombra de Elisabeth Taylor.
-Eso mismo dije yo. En un momento de debilidad pensé que no podría ser para mí, pero me di cuenta muy pronto de que era una idea estúpida. Todo el mundo tiene el referente de la Taylor, pero la suya sólo es una. De acuerdo, es la de la película, pero no deja de ser una más. Hay muchas gatas que arden sobre el tejado de zinc: yo sólo voy a ser una de ellas. Me refiero a que hay muchas mujeres que sienten algo parecido a Maggie. Había visto la película hace tiempo, pero al prepararme este personaje decidí no volver a verla.
-En esta función el personaje del padra de Brick es crucial.
-Sí, sí. Hay varios conflictos: no sólo el de Maggie y Brick, también el de Brick y su padre. Hablamos de la culpa, de las consecuencias de la verdad. Todos los personajes, incluso los secundarios, tienen su propio conflicto. Amelia Ochandiano ha sabido organizarlos estupendamente y, además, Juan Diego es excelente.
-Cambiando de tema. ¿No habrá tercera temporada de "Vis a vis"?
-No. La cadena lo anunció no hace mucho. Los decorados los están desmontando. Me gustaba mucho mi personaje: formamos una muy buena familia en aquella cárcel de la televisión. No esperábamos que decidieran el cierre.
