"Dicen que los seres humanos no mueren mientras estén en nuestro recuerdo; es por lo que estamos aquí reunidos recordando a Sara y Amets, llenas de vida, de ilusiones, de inocencia, dos seres puros que no van a desarrollar sus vidas adultas, que se quedaron rotas un día como hoy de hace dos años". Con estas palabras se dirigió ayer a sus vecinos Laura García, prima de las pequeñas Amets y Sara Bilbao, asesinadas el 27 de noviembre de 2014 por su padre en San Juan de La Arena. Más de un centenar de sotobarquenses participó en la inauguración del monolito que recuerda a las dos pequeñas, situado en el mismo parque en el que tantas veces jugaron y a unos metros del colegio en el que estudiaban.

El acto comenzó una vez finalizada la misa dominical, a la una y media en punto y tras un minuto de silencio. El primero en tomar la palabra fue el alcalde de Soto del Barco, Jaime Menéndez Corrales, que se remontó a aquella trágica jornada en la que España entera se estremeció con el brutal crimen de las pequeñas Amets y Sara. "Fueron días de intenso dolor, de preguntarse por qué ocurren estas cosas, días de rabia, de impotencia, de ausencia. Con este sencillo acto pretendemos recordarlas hoy en el aniversario de su muerte. Dicen que la muerte no existe, que la gente solo muere cuando la olvidan, que uno no muere mientras haya una persona que te siga manteniendo en sus recuerdos, que solo se muere cuando absolutamente nadie te recuerda, cuando ya nadie puede ver el brillo de tu estrella. Estas palabras son el motivo principal de que hoy nos reunamos aquí. Queremos recordarlas para siempre, que cada vez que lo veamos (el monolito) recordemos que esas personas inocentes siguen vivas, sonriendo y jugando en este mismo lugar, que siguen con nosotros", prosiguió Menéndez Corrales, que a continuación leyó un extracto del cuento "La más pequeña de las mariposas", de Robert Fischer.

Protección de los niños

Laura García puso voz al sentir de la familia de las pequeñas (entre los asistentes se encontraba la madre de las niñas, que pidió máxima discreción y se resguardó entre el público). "La vida es efímera, pero cuando se ve truncada por una actuación tan inhumana las palabras se agolpan y la garganta no puede pronunciar los sentimientos porque es tan difícil expresar lo que se siente ante semejante brutalidad...", señaló. La joven aprovechó para pedir medidas contra el maltrato y protección para las víctimas. "Que haya un antes y un después a la hora de abordar estas situaciones, que por encima de todo esté la protección de los niños, que se tomen todas las medidas y protocolos necesarios para que cosas así no vuelvan a suceder. No hay país desarrollado que pueda permitir semejante ignominia y que ignore situaciones de peligro. Vosotras quedaréis en nuestro recuerdo para siempre, por lo cual seguiréis vivas con nosotros, estaréis dentro de nuestro corazón", concluyó.

La prima de las pequeñas descubrió a continuación la placa conmemorativa, en la que se lee: "En recuerdo de Amets y Sara y de otros niños también víctimas de la violencia. Siempre estaréis en nuestros corazones". El caluroso aplauso de los asistentes puso el broche a un emotivo homenaje a las pequeñas asesinadas, que como la mariposa de piedra, La Mariposa Más Pequeña, "incluso cuando su cuerpo se ha ido, su belleza perdura para siempre".