Sonia Arbesuk llegó a la política en la última oleada que sacudió el esquema español de partidos. En poco tiempo, pasó de ser simpatizante de Ciudadanos a implicarse de lleno en la organización del partido en Avilés. Fue en la lista a la Alcaldía de número tres y en marzo recibió el apoyo de los afiliados para convertirse en coordinadora. Prácticamente a la par, el que fuera portavoz municipal de la formación naranja, Juan Cuesta, fue expulsado por insultar en las redes sociales a la otra edil, la exdelegada de UPyD en la ciudad, Carmen Pérez Soberón, a la que además calificó de "vaga". Y ahora, nueve meses después, Arbesuk, junto a otros tres miembros de la directiva, presentó su dimisión y su baja del partido.
-¿Qué pasó?
-Tomamos posesión como junta directiva. Y justo entonces sucedió el tema de Juan Cuesta. Al mes, no llegó, los afiliados expusieron en la asamblea su descontento con la labor de la portavoz y solicitaron su expulsión. Nos consta que Juan Cuesta había presentado quejas por dejación de funciones de la concejala. Y, en abril, pasamos a los responsables institucionales de Asturias y de la dirección nacional estas quejas. Pero no hemos tenido ninguna respuesta. La asamblea decidió hacer esta queja por dejación de funciones con un 80 por ciento de los votos. En un primer momento decidimos seguir adelante, y se nos exigió además que fuésemos discretos. Intentamos colaborar con la concejala, pero no obtuvimos respuesta por su parte. Continuamos haciendo nuestra labor, aunque no la visibilizábamos. Y en octubre, tras el Pleno de los impuestos, en el que la portavoz tomó las decisiones de manera unilateral, elevamos otra queja. Y lo mismo. No hay respuesta.
-¿No había, antes de los plenos, una reunión de coordinación con la portavoz?
-Jamás ha consultado nada, ni ha aportado información. Y se le ha solicitado. Ha remitido informes mensuales en los que enumeraba los actos a los que asistía, pero sin contenido político. Lleva sin ir a la asamblea ni a acto alguno del partido desde abril. Y ha habido en este tiempo asambleas, actos de campaña, cafés con ciudadanos...
-¿Qué pasa con el voto de Ciudadanos en el debate de tasas e impuestos? Apoyó la propuesta del gobierno socialista.
-La propuesta que defendió la portavoz es contraria al ideario del partido. Y no nos informó de nada.
-¿Y eso precipitó su dimisión?
-Contactamos con la dirección, intentamos que se nos recibiese incluso a nivel nacional, no se nos atendió; y donde no se nos quiere escuchar es como seguir clamando en el desierto.
-Pero esperó hasta ahora.
-Fue una decisión que hay que tomar en conciencia. Podíamos estar más o menos de acuerdo con la política municipal en estos meses, pero Ciudadanos no pinchaba ni cortaba. La gota que colmó el vaso fue que se atentara contra lo que significa este partido, en el debate de tasas, sumado a la inacción. No estamos cumpliendo con lo que prometimos a la gente.
-Deduzco desilusión con la política.
-He conocido a grandes personas, desde afiliados a dirigentes. Pero también a políticos profesionales que desgraciadamente se están haciendo con este partido.
-¿Se refiere a Ignacio Prendes? ¿Le culpa de la situación en Avilés?
-Creo que es un gran responsable. ¿Pero y los que lo consienten y lo secundan? No es por acusar con el dedo, pero entiendo que hay responsabilidades, que él puede ser uno de los responsables, pero hay otros que le secundan.
-Usted se va, con prácticamente toda la directiva, y deja el partido con una única concejala en activo.
-Que se apañen. La concejala, su familia y allegados, que es lo que queda en Avilés. Que se apañe la dirección regional con lo que tiene aquí, y la dirección nacional con lo que tiene en toda España.
-Había llegado ajena al mundo político.
-Toda mi vida trabajé en la empresa privada. Llegué a la política tras pasar por una asociación de madres y padres de alumnos. Crees que hay cosas que hacer y que puedes aportar. Pero no había estado nunca afiliada.
-¿Hubieran sido diferentes las cosas sin la expulsión de Juan Cuesta?
-Juan y yo no nos conocíamos. Nos unimos, trabajamos muy bien juntos. No comparto los insultos, eso no me gustó, aunque tenía mucha razón en el fondo.
-¿Consideró injusta su expulsión?
-Me pareció dura y precipitada. Las dobles varas de medir no me gustan. A partir de ahí, en el partido intentamos reconducir la situación. Pero ves que no hay nada que reconducir, te niegan la información y sólo requieren de tu presencia para los actos a los que ella no quiere acudir.
-Javier Vidal dejó la directiva por falta de sintonía con usted.
-La aportación política de Vidal ha sido nula, sólo aportó mal clima, incapacidad e insultos. Está recogido en actas y correos electrónicos.
-Hubo que montar las estructuras locales del partido a toda velocidad.
-Es todo muy rápido, y han venido muchos "ex de", rebotados de otros sitios, que se saben mover mucho más rápido y que además se están jugando sus platos de lentejas. Esa, y los valores, son la gran diferencia. La política, pese a todas las cosas feas, engancha y es bonita. Y no me ha quitado la ilusión de seguir haciendo cosas.
