La diseñadora de moda Sara García Suárez, impulsora de la firma Sagasu, acaba de lanzar su primera colección ("Disir") y tiene ya entre manos la del invierno de 2018, "Catedrales de acero", que estará inspirada en la industria. Esta avilesina de 23 años afincada en Corvera acabó su formación en Inglaterra y compagina su vocación con un trabajo vespertino en una tienda de tejidos en Avilés. Especializada en estampados, tiene el taller en su propia casa ("Lo llamo tacasa", bromea) y analiza ahora cómo comercializar sus prendas, ideadas para vestir a una "mujer capaz de llevar la misma ropa para ir al trabajo, al parque o a una boda".
García Suárez cursó los estudios elementales en el colegio Palacio Valdés y el instituto Carreño Miranda. Criada entre agujas y telas (su abuela Aida López es modista), su idea inicial pasaba por dedicarse a la medicina o la enfermería. "Fue una profesora del instituto, Mónica, la que me dio el empujón el mundo de la moda. En el viaje de estudios de segundo de Bachillerato me decidí por el diseño y la verdad es que no me arrepiento en absoluto. Veo a amigas que hicieron ingenierías, derecho o comercio y que no saben qué hacer", explica.
La joven diseñadora se formó en ESNE, en Oviedo, estuvo becada en Dinamarca por una empresa de peletería y remató su formación en Inglaterra, donde se especializó en estampados. El salto a lanzar su marca propia germinó en la academia de patronaje de Las Vegas (Corvera) donde también recibe formación, y donde conoció a un "equipo maravilloso". En Los Campos tiene su propio taller, su casa. Patrici Dionisio asume la confección y ella el diseño y patronaje. Cuenta con la colaboración de Ana Vázquez, que define como "una de las mejores profesionales de Asturias".
"Nos lanzamos con tres modelos (looks) de la colección 'Disir' que presentamos recientemente en el Concurso de jóvenes diseñadores. Hemos trabajado muy a gusto, nos compenetramos muy bien. El problema es que no encuentras profesionales en Asturias, no hay patronistas, confeccinonistas... En esta región tenemos potencial industrial para la moda, hay infraestructura y graduados, pero no disponemos de profesionales técnicos. Hay un montón de peluqueros, pero no patronistas ni confeccionistas", sostiene la joven.
Sara García se inspiró en las diosas vikingas para su colección "Disir". "Diosas porque el objetivo es vestir a mujeres que son amas de casa, madres, trabajadoras, empresarias", argumenta. El pasado lunes organizó una sesión de fotos de su primera colección en la plaza del Centro Niemeyer. Ya tiene en mente la próxima, "Catedrales de acero". "Me encantan los paisajes industriales y me voy a inspirar en la industria avilesina. El pañuelo será el accesorio principal y las prendas tendrán colores más oscuros. Ahora mismo estoy trabajando con el estudio de colores. También estoy pensando en incorporar prenda exterior (abrigos)", explica la diseñadora, que además quiere abrirse camino en el campo de las camisetas y las sudaderas.
García Suárez participó en la anterior convocatoria del programa para emprendedores Clinic, que celebra su décimo aniversario, y es una defensora acérrima de la "marca España", en general, y de la "marca Asturias" en particular. "Tengo una responsabilidad social tremenda y si puedo conseguir hilo asturiano, mejor. Ahora mismo traigo los tejidos de Madrid, los estampados los hago en Málaga y la confección es de Avilés y Corvera. No voy a fabricar ni en China, ni en Portugal ni en Marruecos; eso lo tengo claro", asevera.
La joven destaca que es afortunada al poder contar con una amplia red de colaboradores: su pareja, padres y familiares. "Todos aportan algo y quiero aprovechar para agradecerles toda la ayuda que me prestan", sostiene la joven promesa de la moda asturiana.
