Con la enorme alfombra enrollada y camillas en lugar de las sillas habituales, el salón de recepciones es, desde ayer, sede de la nueva edición del maratón de donaciones de sangre. La primera jornada de esta iniciativa solidaria finalizó con un saldo de 74 bolsas de sangre, una cifra que, según sus responsables, no es excelente, pero está en la tónica de los resultados del primer día de maratón.

Aunque la mañana fue floja en el número de donaciones, los chicos de la Fundación Municipal de Deportes, que llegaron por la tarde, hicieron subir considerablemente el saldo. Allí estaba, por ejemplo, Víctor Arbesuk, exjugador del Belenos y directivo del club, poniendo el brazo como es habitual desde que tenía 18 años. "Todos los años vengo al maratón de sangre y dono otra u otras dos veces más", explicó. Su tarea fue animar a los más jóvenes y explicarles que no hace falta nada especial, más allá de estar sano y tener bien la tensión.

Las bolsas de sangre que se van extrayendo a lo largo del día se van depositando en bandejas de butanobiol que permiten retrasar el fraccionamiento de la sangre en plasma, plaquetas y hematíes. Al final del día se trasladan todas las bolsas a Oviedo, donde ya se realiza el tratamiento para su uso.