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La fabada también es para los "llambiones"

El confitero Marco Martínez enseña a los integrantes de Difac y "Rey Pelayo" a elaborar fabas y compango de mazapán

Mari Cruz García y Mercedes Vieites muestran sus platos de fabada dulce en la sede la asociación "Rey Pelayo". MARA VILLAMUZA

Almendras y azúcar son los ingredientes principales de la fabada asturiana. Como leen. El maestro confitero Marco Martínez ha dado una vuelta al típico pote asturiano que ahora vende en plato de postre con gran aceptación entre los más "llambiones". Martínez, de la confitería Valentín, ofreció ayer un taller en la sede de la asociación "Rey Pelayo" en el que desveló los secretos del dulce más asturiano a los integrantes de este colectivo y también a un nutrido grupo de socios de Difac (Asociación de Discapacitados Físicos de Avilés y Comarca).

Si bien los ingredientes son fáciles de encontrar, la elaboración de la fabada dulce es complicada. "Para el chorizo y la morcilla utilizamos colorantes naturales con los que teñimos el mazapán, que está hecho con un sesenta por ciento de almendra y un cuarenta por ciento de azúcar. Hacemos una especie de tubos y vamos cortando las rodajas de compango", explicó. El tocino consiste en una superposición de mazapanes. "Las fabas se hacen una a una con mazapán y para la salsa se utiliza gelatina de manzana", describió el confitero.

"El postre tiene gran éxito y hay gente que pregunta si es fabada de verdad. Tenemos clientes que se lo llevan de 'souvenir' porque es un producto que se conserva bien durante tres meses", dijo mientras Rocío Martínez, Cristina Salas, Julián Valdavida, Mari Cruz García o Mercedes Vieites, entre otros muchos, se esmeraban en hacer fabas. "Lo más difícil es dar forma a la legumbre", apuntaba Martínez mientras Cristina Salas subrayaba: "Lo más fácil de este plato es comérselo". Esta Navidad, pues, de postre, fabada.

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