La decisión de la Autoridad Portuaria de Avilés de retirar la concesión a la Cofradía de Pescadores "Virgen de las Mareas" tanto del bar de la vieja rula como del surtidor de gasoil deja a casi un centenar de familias del Nodo pendientes de un hilo. Y es que la previsible pérdida anual de unos ingresos de 100.000 euros por esas gestiones ha provocado que la entidad sopese ahora una subida de los alquileres de sus viviendas, donde habitan inquilinos, hasta ahora, "intocables", como son las viudas de marineros, los pescadores jubilados y los profesionales en activo que viven en el poblado. "De alguna manera hay que buscar otros ingresos y, hoy en día, el único patrimonio que tiene la Cofradía son las viviendas del poblado. No obstante, tendremos que analizar otras alternativas, ya que desde que entró esta directiva nos hemos propuesto no tocar el alquiler a ese grupo de personas", explicó ayer Alejandro Álvarez, secretario de "Virgen de las Mareas". Esas familias pagan una media de diez euros al mes de alquiler. Por el momento, no se ha puesto encima de la mesa la cantidad de ese posible incremento de la renta.

Para el representante de la entidad pesquera, las últimas decisiones del Puerto no son más que una "represalia" por pedir explicaciones "por las negligencias administrativas en la gestión de la nueva rula". "Nos están tratando de reducir, aplastar y eliminar, es algo obvio", aseveró Álvarez. Por el momento, la Cofradía, que aún no tiene ningún documento oficial respecto a la pérdida del bar, presentó ayer un recurso en la Autoridad Portuaria contra la retirada de la concesión para la explotación del suministro de combustible a buques pesqueros y vehículos diesel en los muelles, que el pasado noviembre el consejo de administración decidió traspasar a la sociedad Nueva Rula de Avilés.

"Se han incumplido algunos procedimientos legales establecidos que afectan a los intereses legítimos y los derechos de la Cofradía", explicó el secretario de "Virgen de las Mareas". De no prosperar este recurso ante la administración portuaria, la Cofradía no descarta acudir a la vía contencioso-administrativa. La idea es seguir el mismo camino en el caso de que encuentren alguna "irregularidad" en el expediente del cambio de gestión del bar de la vieja rula. La Cofradía también tiene abierto otro frente legal para reclamar la responsabilidad patrimonial de los miembros del consejo de administración que optaron por pagar la multa a Hacienda por la venta de pescado "en negro".

Y si "Virgen de las Mareas" batalla contra el Puerto, los vecinos tampoco se van a quedar parados. La presidenta del colectivo en el barrio del Nodo, Andrea Rodríguez Gándara, augura movilizaciones si finalmente a la Cofradía no le queda más remedio que elevar las cuotas de las rentas de los vecinos. "La Cofradía ya nos dijo que, en ningún momento, ha querido subir la renta. Pero es hasta entendible que lo hagan si les quitan el gasoil, el bar y, antes, la venta del pescado. Lo que no puede ser es que por temas personales salga otra gente salpicada, que, además, son los más débiles, como viudas y marineros", afirmó ayer la líder vecinal.

"Si cuando se plantearon los desahucios de algunos vecinos se hicieron acampadas, que miren a ver qué puede pasar si se sube la renta. La gente no lo va a consentir y puede haber una guerra campal", advirtió la presidenta del colectivo del poblado marinero, en el cargo desde hace unos pocos meses.

Rodríguez Gándara confía en tener un encuentro con el presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega, para abordar los problemas que pueden acarrear las últimas decisiones del consejo de administración. "Parece que lo que están haciendo es achuchar a la Cofradía", comentó la dirigente vecinal.