La cofradía de La Esperanza se ha hecho cargo de la restauración del Cristo de Medinaceli y de dos angelotes de escayola, tres de las imágenes que lucen en la iglesia de San Antonio de Padua, la antigua de Los Padres.

Tanto el Cristo como los dos angelotes tienen factura de Olot, es decir, de principios de los años cuarenta del pasado siglo. El Cristo llegó a la iglesia de los Padres, casi con toda probabilidad, por una donación particular. El Cristo nunca hasta ahora había sido reparado, no así los angelotes, que pasaron por las manos de Fray Tito, el último guardián de la congregación franciscana que atendía el templo más antiguo de la villa hasta su más que reciente marcha.

El Cristo sale en procesión el Lunes de Pascua, en la popular procesión de la Borriquilla. Los angelotes, por su lado, procesionan el Sábado de Gloria. Los angelotes estaban colocados en junto al sagrario, pero desde que San Antonio acoge la Adoración Perpetua, cambiaron de ubicación y ahora se encuentran a los pies de la imagen de la Virgen de Fátima, en la capilla de Solís. Son uno de sus adornos más preciados.

La Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza nació en 1997. La primera junta directiva la integraron: Rufino Arrojo Casares (hermano mayor), José Antonio García, Aureliano Pérez Candela (maestro de ceremonias) Ramón Ariznavarreta Rodríguez, Ángel Nuñez y Víctor Luis Valle López (vocales) Fray Alonso Lamela Fiuza (consiliario). Lo primero que hicieron fue recuperar la procesión de La Borriquilla.