Entre las joyas escondidas que posee el Museo Marítimo están los cuadros de barcos que desde ayer y hasta febrero se exponen en la sala del centro cultural: una colección de veinte lienzos pintados entre finales del siglo XIX y comienzos del XX. Esta muestra se completa con cuarenta dibujos más de lanchas luanquinas, obra de Luis, el de La Maruxa.

José Ramón García, el director del centro cultural, explicó que "los retratos de barcos forman un subgénero de las marinas". Añadió que lo practicaban pintores con caballete con unos requisitos obligatorios fundamentales: los barcos tenían que reproducirse de costado y debían contar con todos los detalles del navío "sin que sobrara ninguno ni, por supuesto, faltara algo", apuntó el experto.

Entre los cuadros que se exponen en Luanco hay obras de uno de los más reconocidos pintores españoles del género: José Pineda, alicantino que trabajaba en Barcelona. "Estos pintores eran más importantes cuanto trabajaban en los muelles más principales", señaló García. Los encargos de cuadros de barcos venían mayormente de los patrones, pero también de los capitanes. "Eran un recuerdo del navío comandado. El género decayó en los últimos años sesenta".