La decisión de la Defensora del Pueblo de iniciar una investigación de oficio en catorce municipios españoles, entre ellos Avilés, para conocer las medidas que impulsan sus ayuntamientos al objeto de atajar la contaminación atmosférica urbana merece el aplauso de la consejera asturiana de Medio Ambiente, Belén Fernández, que considera "positivo" que una institución que vela por los derechos de los ciudadanos se ocupe de analizar la calidad del aire.

No obstante, Fernández se cura en salud y tranquiliza a los ciudadanos indicando de antemano que "la evolución de los datos de la calidad del aire de Avilés avala la normalidad de la misma" y asegurando que los niveles de sustancias tóxicas en la atmósfera avilesina "se encuentran dentro de los límites". Para la Consejera sólo hay un borrón, el que tiene que ver con la estación de control de la contaminación de Las Arobias, "que se encuentra en zona industrial y portuaria y que en absoluto es representativa del aire que respiran los vecinos de Avilés".

Bien diferente fue la reacción del Colectivo Ecologista a la noticia de que la Defensora del Pueblo toma cartas en el asunto de la contaminación del aire de Avilés: "Es lamentable que haya tardado tantos años en tomar la iniciativa de investigar la contaminación y también que solo haya escogido el concejo de Avilés, cuando toda Asturias padece ese problema y así se lo hemos trasladado varias veces. Está claro que tanto el Principado como los Ayuntamientos están incumpliendo sus obligaciones".

Más información en la página 28