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Nunca es tarde para estudiar

El programa municipal "Transit" ayuda ya a casi un centenar de jóvenes a reengancharse a la vida formativa

Zulema Cadenas, Hery Asencio, Carmen Caro y Mónica Soberón, en el exterior del edificio Fuero. MARA VILLAMUZA

Segundas oportunidades no siempre fueron buenas, pero sí si se saben aprovechar. Hery Asencio llevaba un año en España -llegó desde República Dominicana en 2012- sin un futuro claro cuando se le presentó la ocasión de participar en un plan municipal pionero para "reenganchar" a aquellos que han abandonado sus estudios o que dudan de por dónde tirar: el proyecto "Transit". "Fue lo mejor que me pudo haber pasado. No conocía a muchas personas y ahí conocí a las mejores. No tenía muy claro a qué profesión dedicarme y me animaron a hacer prácticas de soldadura y mecánica y vi que se me daba bien. A raíz del Transit hice un módulo de Mecatrónica Industrial en el CIFP Avilés", comenta Asencio, que ahora tiene 24 años, y que participó entre 2013 y 2014 en la primera edición de ese plan.

En aquella primera edición participaron 20 jóvenes de entre 16 y 24 años de los que siguieron estudiando 15, el 60 por ciento. En la segunda edición cambió la forma de llegar a los chicos y el proyecto comenzó a acudir a los institutos, "donde se llega más fácil" a aquellos que no tienen claro "qué es lo que quieren", según explica Zulema Cadenas, de la asociación "Ye too ponese", que gestiona el programa -lo tiene adjudicado hasta el 31 de diciembre de 2017 por 24.921 euros-. Trabajaron con otros 40 chavales. Ahora ya está en marcha la tercera, que ya cuenta con más de 40 jóvenes apuntados, de entre 12 y 18 años en riesgo de abandonar de forma temprana o prematura el sistema de formación reglada.

Mónica Soberón y Carmen Caro llevaban caminos parejos. Ambas habían comenzado un módulo de Comercio, que aparcaron porque no les gustaba: "Cuando acabamos la ESO, estábamos perdidas y desorientadas", reconoce Caro.

"Me enteré de que estaban buscando gente para este proyecto y al principio fui un poco a ciegas y con la intención de empezar algo en la rama de Enfermería", afirma Soberón. Pero una vez que ambas entraron en el programa, también en su primera edición, y comenzaron a hacer prácticas en diferentes sitios, vieron que lo suyo eran los niños tras estar en una guardería y que se querían dedicar a ello. Así, retomaron sus estudios de Bachillerato, en su caso en el nocturno del IES Carreño Miranda. Soberón acabará este año 3º de Bachillerato y su objetivo es hacer Magisterio por la rama de Educación Infantil. Caro cursa 2º de Bachillerato y, cuando termine, tiene previsto cursar el grado superior de Educación Infantil. "Participar en Transit me cambió por completo porque mis expectativas de estudio no eran altas. Ahora curso Bachillerato y quiero hacer una carrera. Cuesta, pero merece la pena. La experiencia es muy positiva", afirma Soberón.

El objetivo del proyecto no es solo que mantengan sus estudios sino también que se conozcan un poco más y que "rompan la idea de que no pueden hacerlo". "Queremos que conozcan sus talentos, pasiones y que intenten marcarse objetivos y pensar en cómo conseguirlos. También les ayudamos a que conozcan los recursos que hay en Avilés tanto de formación como de ocio. La perspectiva es que todo el mundo haga lo que pueda y lo que le guste", concluye Zulema Cadenas.

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