La inclusión de Avilés en la lista elaborada por el Ministerio de Cultura de los cien paisajes más destacados de España -en su caso en el apartado de "culturales urbanos, históricos y defensivos"- viene a ratificar la opinión defendida por muchos historiadores que incide en la singularidad de un territorio que condensa en pocos kilómetros cuadrados, con generosidad y diversidad de ejemplos, la huella dejada por el hombre durante al menos un milenio.
Una opinión a la que se suma el geógrafo Daniel Herrera Arenas, investigador del Observatorio del Territorio, un ente adscrito al departamento de Geografía de la Universidad de Oviedo. "Lo más destacable del espacio urbano de Avilés es que permite visualizar la secuencia histórica de la transformación vivida por el territorio desde los tiempos en que estaba delimitado por la muralla medieval a la reciente recuperación ambiental de la ría y el reaprovechamiento de sus espacios para nuevos usos. Cambios radicales de los que han quedado huellas que conforman un paisaje singular", explica Herrera, el experto que elaboró la ficha enviada por la Consejería de Cultura del Principado al Ministerio de Cultura y que sirvió para la elección de Avilés como uno de los paisajes culturales más notables de España.
"El encargo del Principado establecía que debíamos elaborar diez candidaturas de paisajes asturianos para su evaluación posterior como posibles paisajes notables de España en diferentes categorías. Además de Avilés, también pasaron la criba Covadonga, el territorio minero e industrial del Monsacro y el Aramo, Ribadesella y su ría y el Camín Real de la Mesa", detalla el geógrafo. El denominador común de los paisajes culturales asturianos seleccionados es que debían tener una secuencia temporal lo más amplia posible (es decir, capacidad para "contar" la historia) y cierta complejidad de matices.
"Avilés conectó plenamente con el planteamiento de trabajo establecido en su momento dado que se trata de una ciudad milenaria y que ha sufrido transformaciones radicales fruto de la evolución histórica siempre con la ría como eje vertebrador: la muralla era consustancial a la villa medieval, el posterior ensanche barroco respondió a las necesidades de expansión burguesa, la industrialización de mediados del siglo XX trajo consigo una ocupación intensiva de la ría, esa misma industria contaminó el estuario y, más recientemente, Avilés se embarcó en un proceso de limpieza y recuperación ambiental que ha generado nuevas expectativas urbanas. Todas estas transformaciones, casi todas radicales, y el impacto que tuvieron sobre la ciudad han modelado un paisaje que es único", comenta Herrera.
El experto hace un apunte para ahondar en el significado de la palabra "paisaje" a ojos de un geógrafo, a fin de evitar equívocos sobre el significado de la inclusión de Avilés en la lista de los cien paisajes culturales más destacados de España: "El paisaje no debe ser entendido como una visión estática de un lugar, al modo que lo reflejan los pintores, sino que es el resultado de una evolución en el tiempo y en el espacio, vivo en tanto que sigue trasformándose y sujeto a la acción del hombre. En este sentido, el paisaje avilesino se halla ahora en una interesante etapa de redefinición por todo los proyectos que tienen a la ría como foco".
