Minutos antes del mediodía saltaron ayer las alarmas en el local situado en el cruce de las calles de La Estebanina y Miguel Hernández. Y es que una humareda de color negro procedente del interior del bar Navia había empezado a cubrir la populosa calle corverana.

Los bomberos acudieron al lugar de los hechos de manera rápida y ordenaron el desalojo de las viviendas del edificio número 7 de Miguel Hernández (al que pertenece el bar) con el fin de evitar males mayores que, finalmente, no se produjeron. Lo que sí se produjo fue una calcinación absoluta de la cafetería. "Ya no tenemos bar", se lamentó la propietaria del local, media hora después de que se hubiera controlado el fuego.

Los peritos están investigando la causa del fuego. Las primeras hipótesis señalan que se produjo de manera accidental. Y que se localizó principalmente en el cuadro eléctrico del bar. Esta circunstancia es a la que se amarraban los investigadores al cierre de esta edición. "No había nadie en el bar porque los lunes descansamos", se lamentó la propietaria del bar.

Mientras se calcinaba el local, los vecinos de Las Vegas se iban arracimando en la cercana plaza de Quintanas de Chacón, en frente del establecimiento. Un camión de bomberos humedecía la fachada del edificio del número 7 de Miguel Hernández. La propietaria llegó avisada por los testigos presenciales. Los trabajadores funcionarios entonces controlaron el fuego. Los vecinos pudieron volver a sus domicilios al poco. Los bomberos avilesinos emplearon cerca de una hora en controlar el incidente.

El incendio del bar Navia es el tercero que se produce en pocos días en la comarca de Avilés. El domingo pasado, el fuego había arrasado una nave agrícola de la localidad castrillonense de Arancés y eso obligó a evacuar a al menos 18 vacas y mantuvo en guardia durante horas a los bomberos. Vecinos de la zona aseguraron que un hombre, vinculado a la explotación siniestrada, tuvo que ser atendido por inhalación de humo.

El sábado, los bomberos tuvieron que actuar en una casa deshabitada de la avenida de Gijón utilizada como infravivienda. Tras controlar el incendio, los bomberos fueron enfriando los focos de calor y desescombrando. Para asegurarse de que no quedase ningún punto de calor utilizaron la cámara de imágenes térmicas. El fuego afectó por completo a todo el edificio.