El naviego que declara ser el legítimo dueño del Porsche ahora a subasta aseguró ayer a este diario que sus abogados han presentado una demanda con un objetivo: paralizar la puja abierta por el Ayuntamiento de Avilés, que se hizo con el coche hace años por una sentencia. Asimismo, dijo el afectado, sus letrados han remitido un escrito al registro municipal advirtiendo al gobierno local de las consecuencias de dicha subasta para el posible comprador. "En algunos foros se está criticando que por qué movemos esto ahora que hay una subasta abierta, pero las cosas no son así: desde hace años estamos intentado recuperar el Porsche", explica el hombre. Este naviego aporta una prueba de que es el dueño del superdeportivo: un certificado de la Jefatura Superior de Tráfico de Asturias que da cuenta de que el Porsche, con matrícula MU-1481-Y, estuvo puesto a su nombre entre el 17 de enero de 1997 -la fecha en la que asegura haberlo comprado- y el 16 de septiembre del año pasado.

A partir de aquella fecha, el afectado asegura desconocer lo ocurrido. "A las buenas quiero pensar que todo se trata de un error burocrático ya que el vehículo estuvo a mi nombre hasta septiembre de 2016, pero llegados a este punto confío en que la justicia haga su trabajo", afirma el demandante.

"El coche lo compré en 1997 y circulé con él unos seis años, hasta que en 2003 lo llevé a un taller de la avenida de Lugo para cambiarle los amortiguadores del portón trasero. El dueño del taller me llamó a los pocos días y me dijo que unos policías habían ido a precintar el vehículo; meses después la grúa se lo llevó para el depósito y hasta hoy. Todos los intentos habidos para recuperar el Porsche han sido inútiles", asegura el hombre que reclama el vehículo.

El superdeportivo rojo que en su día perteneció a un narcotraficante es ahora uno de los Porsches más codiciados del país. El vehículo es un modelo 911, tiene una cilindrada de 2.994 centímetros cúbicos y es de gasolina. La última ITV (Inspección Técnica de Vehículos) data de 2003.