A un conductor gijonés no le hizo falta salir a la calle para que se hiciera evidente que conducía bajo los efectos del alcohol. Este hombre, cuya identidad se corresponde con las iniciales J. A. M. O., tuvo que realizar la prueba de alcoholemia después de arrancar el coche que tenía estacionado en el parking de La Exposición y desviarse de la ruta de salida, causando daños a una columna contra la que embistió su Volvo.

La vigilante del estacionamiento subterráneo, al percatarse de lo ocurrido, alertó a la Policía Local, a las 18.49 de la tarde de hoy. Los agentes se presentaron en el lugar de los hechos para realizar las pruebas pertinentes. Y resultó que este hombre de 65 años arrojó unas tasas de alcohol en sangre de 0,80 y 0,79, siendo 0,25 el máximo permitido según la legislación vigente.

Según fuentes de la Policía Local, pese a que el choque no se produjo en una vía pública, es un delito contra la seguridad del tráfico, ya que se acusa a una persona de conducir bajo los efectos del alcohol en un espacio de uso público.