Las paredes de las iglesias de San Nicolás de Bari y de San Antonio, conocida como de los Padres, fueron usadas en la madrugada del sábado al domingo como pizarras para escribir lemas como "La única iglesia que ilumina es la que arde" o "No a la religión obligatoria", que se acompañaron de simbología feminista. "Independientemente de lo que se opine, no se puede dañar el patrimonio, es un atraco", apuntó Pili Mariño, la presidenta de la asociación de vecinos "Pedro Menéndez". Alfonso López, el párroco de San Nicolás, se indignó profundamente, como decenas de fieles en redes sociales y a la salida de misa. "Es una pena que el patrimonio artístico esté a merced de semejantes gamberros: conservamos los únicos restos prerrománicos de la villa, el mejor gótico funerario, la única pintura mural del siglo XV... si hubiesen hecho la pintada encima de uno de estos elementos, el daño hubiera sido catastrófico...", apuntó el sacerdote.

Los ataques a las iglesias también se extendieron a la fachada del antiguo café Colón, en la calle de La Muralla. En el acceso al patio del colegio San Nicolás se puede leer aún "No a la religión obligatoria". En uno de los laterales de la iglesia la leyenda escrita es "La única iglesia que ilumina es la que arde". Este lema también es el que se repite en la fachada de los Padres que da a la plaza de Carlos Lobo, esta vez, con el símbolo femenino universal. El mismo que hay en el edificio del Colón y también en el acceso a San Nicolás por la plaza de Álvarez Acebal. "Además nos pintaron la puerta. Ahí pusieron sólo 'Arde'", añadió Alfonso López Menéndez.

El lema de la puerta desapareció a primera hora de la tarde de ayer, cuando la repintaron. Las intervenciones sobre la piedra quedaron a la espera de un examen de los técnicos. "No se pueden quitar así como así. Estamos hablando de piedras con cientos de años", dijo el cura. "Me parece que usar las paredes de una iglesia para exponer cualquier idea es una falta de vergüenza. Esto es de todos los avilesinos. Si presumimos de casco histórico, que se note", apuntó Pili Mariño.

La presencia de las pintadas en las paredes de las iglesias cosechó indignación generalizada. La iglesia de San Antonio es el edificio más antiguo de Avilés y hace pocos años fue restaurado para tirar el antiguo convento anexo. "Las pintadas, además, las han hecho allí donde las piedras habían sido más tratadas", apuntó López. El sacerdote no quiso valorar los lemas escritos en las paredes de los dos templos. "No lo voy a hacer porque son tan antiguos que se caen por su propio peso", apuntó. Los vecinos y feligreses rechazaron los ataques.

La iglesia de San Nicolás fue el primer convento franciscano de Avilés. Fue levantado a mediados del siglo XIII. Ha sufrido innumerables reformas, la última a mediados del siglo pasado. La de San Antonio es la que atendían los franciscanos hasta su marcha, hace pocos años. Está al cuidado del padre Ángel Fernández. El café Colón fue centro de tertulias hasta principios de este siglo.