La plantilla de la fábrica avilesina de Saint-Gobain secunda desde esta mañana un paro multitudinario, el último de un calendario de movilizaciones que se había iniciado hace dos semanas. Pretenden llamar la atención sobre el peligro del llamado "vidrio low cost", el que se fabrica en centros de Marruecos y Polonia con menor coste que el español.

Los sindicatos reivindican un "equilibrio" entre la producción de esas fábricas extranjeras y la de Avilés para garantizar la supervivencia de la segunda.

Como prueba de lo que denuncian, el comité de empresa expuso que en 2012, cuando la crisis económica aún se hacía notar, la producción automovilística fue de 1.980.000 vehículos y la de parabrisas en Avilés de 1.895.000 unidades mientras que la previsión para 2017 es fabricar 3 millones de coches y apenas 1.350.000 parabrisas.

"Es decir, frente a un asunto de la producción de coches del 50 por ciento, la empresa quiere recortar casi un 30 por ciento la de parabrisas", denuncia el presidente del comité, Jesús Moro.

Un centenar de empleados de Saint-Gobain y sus subcontratas en Avilés han secundado la concentración que habían convocado los sindicatos a las 11 de esta mañana a la puerta de la fábrica y un posterior corte de la carretera que une Castrillón y Avilés.

Por la tarde, la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, recibirá a una representación sindical de la empresa para conocer de primera mano sus reivindicaciones.