Un joven de 22 años y natural de Guinea Konakri fue detenido ayer por la mañana por la presunta violación de una avilesina de 18 años en la madrugada del pasado sábado. El arrestado, confirmaron fuentes próximas al caso, reside en un piso de acogida del Quirinal gestionado por una organización no gubernamental, la misma vivienda en la que se produjeron supuestamente los hechos denunciados, adelantados por LA NUEVA ESPAÑA.

La joven avilesina presentó el lunes una denuncia en la Comisaría de la calle Río San Martín, un día después de compartir un relato de lo ocurrido en las redes sociales. Fuentes próximas al caso señalaron que la chica ofreció una versión similar a esa que había trasladado por internet. Dijo que dos hombres con los que se cruzó por la calle Rivero la llevaron contra su voluntad a un piso del barrio del Quirinal y que, ya en la vivienda, uno de ellos la encerró en el cuarto de baño y la violó. "Me agarró del cuello y del pelo e hizo conmigo lo que quiso", indicó.

La detención se produjo ayer por la mañana en ese piso de El Quirinal. Agentes de la Policía Nacional trasladaron a la Comisaría a los jóvenes, uno en calidad de detenido y otro como testigo, ambos residentes en la vivienda. Al cierre de esta edición, el detenido continuaba en la Comisaría y estaba previsto que pasara la noche en el calabozo. Fuentes próximas al caso apuntaron que todavía no se le ha tomado declaración porque se está a la espera de un traductor (el arrestado dice hablar solo francés). Está previsto que hoy pase a disposición del juzgado de guardia.

Los hechos se registraron en la madrugada del viernes al sábado. La joven, de 18 años, volvía a casa por el centro de la ciudad sobre las 2.30 horas tras haber consumido alcohol la noche del viernes, "como cualquier adolescente", dijo. Cuando bajaba la calle Rivero, dos chicos se le acercaron y la invitaron a casa. La chica aceptó, pero a mitad de camino cambió de idea e intentó irse por su cuenta. No lo consiguió.

"Me intenté marchar, pero ellos me agarraron y me llevaron hasta un piso del Quirinal. Allí me encerró uno en el baño con pestillo, me agarró del cuello, del pelo e hizo lo que quiso conmigo. Cuando conseguí salir del piso me agarraba y no me dejaba marchar", compartió la joven en redes sociales.

Siempre según la versión de la víctima, acudió a continuación a las dependencias de la Policía Local de Avilés por temor a que el presunto agresor la siguiesen a su casa. En dependencias policiales, dice, "miraron las cámaras que tienen afuera y pudieron constatar las pruebas". "A la Policía no le había dicho la verdad antes por el miedo de que pudieran utilizar en mi contra argumentos como que había bebido. Llegó el inspector de policía y me llevó a casa. Un coche se puso a patrullar por el Quirinal y me dijeron que para denunciar mejor debería ir a la Policía Nacional, porque tienen pruebas grabadas", prosigue en el mensaje que lanzó el sábado en una red social de mensajería y que al día siguiente se compartió por Facebook.

"No fui al médico ni a denunciar por miedo. Lo único que siento es que debo ducharme a todas horas, un dolor abdominal que me va a dejar en la cama todo el domingo y un vacío de confianza que tardará en llenarse de nuevo. Sinceramente, no quiero imaginarme cómo se sentirán las mujeres que tienen que pasar por cosas infinitamente peores", concluye el relato que ofreció la joven a través de la red. La chica se personó finalmente el lunes en la Comisaría de la calle Río San Martín para presentar una denuncia contra los dos presuntos agresores y fue sometida a los exámenes médicos pertinentes en el Hospital Universitario San Agustín. La Policía Nacional trabaja sobre la versión y busca pruebas para completar el atestado.