Las secciones sindicales en el Ayuntamiento de Avilés y los grupos de la oposición se quedaron ayer con las ganas de saber los planes del gobierno local en materia de Recursos Humanos. La junta de personal, encabezada por Manuel Jesús Villa, había convocado al concejal Raúl Marquínez para abordar los problemas existentes. En el escrito en el que solicitaba la comparecencia del edil figuraba que la junta contaba con el apoyo de toda la oposición. Representantes de ambos colectivos acudieron a las cinco de la tarde al salón de plenos. No fue nadie más. "Es un desaire tanto a la oposición como a los sindicatos y denota la poca disposición del gobierno para dialogar con personas que están dispuestas a llegar a acuerdos. Lo único que queríamos era que hablase del plan municipal de personal para que desde la parte social también podamos aportar, como es normal en una institución democrática", aseveró Villa, del sindicato Sipla, que valoró la unión sindical.

"El desprecio no es hacia los sindicatos o hacia los grupos, es a toda la plantilla. AVANZA volverá a proponer al resto de sindicatos una asamblea general y movilizaciones", afirmó Ángel Luis Fernández, secretario general del sindicato AVANZA.