Un aniversario más, y ya van 27, desde el inicio de los problemas medioambientales en la playa de Salinas y en las dunas de El Espartal sin atisbo de que la solución esté próxima. Mañana se cumplen 27 años del primer derrumbe del paseo marítimo y el malestar entre los vecinos y usuarios del arenal se mantiene por la falta de respuestas de las administraciones públicas para regenerar esta zona del litoral asturiano. "La mar sigue castigando la playa y las dunas de El Espartal y eso que aún no han llegado los fuertes temporales que padecemos todos los inviernos. Es difícil solucionar definitivamente el problema, pero habrá que tomar alguna decisión lo antes posible", defiende Eloy Martínez Argüelles, de la Asociación de Vecinos "Amigos de Salinas".
El 30 de enero de 1990 comenzó la caída del paseo marítimo de Salinas. En estas casi tres décadas, las administraciones públicas han realizado mejoras en la fachada marítima de la localidad turística castrillonense que no han servido para evitar los problemas, de gran calado, que afectan a la playa y al sistema dunar. En estos años se repuso el paseo marítimo, aumentó su longitud y se regeneraron las playas de Salinas y San Juan de Nieva. Además se restauraron las dunas de El Espartal y se amplió y regeneró el extremó más oriental de la playa de San Juan junto con la construcción de un nuevo dique para proteger el arenal. Obras en las que el Ministerio de Medio Ambiente a través de la Dirección General de Costas invirtió millones de euros que no han sido suficientes para paliar el deterioro.
Cuando los residentes aún no se habían repuesto del susto, la madrugada del domingo 11 de febrero al lunes 12, el paseo siguió derrumbándose, esta vez frente a los edificios "Gauzones". El paseo se había comenzado a construir en los años sesenta del pasado siglo, cuando el desarrollo urbanístico llegó a Salinas. La empresa Construcciones Castrillón, S.A. (Concasa) inició las obras desde el Real Club Náutico en dirección al Espartal. El proyecto fue financiado por los vecinos de la localidad con el pago de contribuciones que fueron más elevadas para los residentes que vivían más cerca de la playa. El paseo tenía escasa cimentación y prácticamente se apoyaba en la arena, pero logró mantenerse en pie casi 30 años.
Las obras de construcción del nuevo paseo comenzaron el 4 de septiembre de 1993 y se inauguraron el 4 de agosto de 1994. El paseo desde el Club Náutico hasta las inmediaciones de las dunas del Espartal tiene 987 metros de largo y nueve de ancho. En las obras se invirtieron más de 425 millones de pesetas (2,6 millones de euros). El muro siguió derrumbándose en 1996 cuando cayó el tramo que protegía el Real Club Náutico de Salinas. Las negociaciones entre Costas y la directiva de la entidad social permitieron en el año 2000 prolongar el paseo en 200 metros.
