El profundo malestar de los pescadores asturianos de bajura por las toneladas de xarda (caballa) asignadas como cupo máximo que podrán capturar este año, un sentimiento extensible al del resto de profesionales de otras artes, deparó un final inesperado de la reunión que ayer mantuvo el colectivo en Gijón para debatir cuándo comenzar la costera de esta especie que visita el litoral asturiano en las postrimerías del invierno y las primeras semanas de primavera.

Hartos de ser ninguneados en el reparto de los cupos, los pescadores asturianos acordaron consultar al servicio jurídico de la Federación de Cofradías de Pescadores del Principado las posibilidades que tienen de que un juez decrete el cierre del caladero para la pesca de xarda en todo el Cantábrico, y de ese modo obligar a la autoridad pesquera nacional a revisar un reparto de las posibilidades de pesca que, desde la óptica asturiana, beneficia "descaradamente" a las flotas vasca y cántabra.

"Si hay manera de cerrar el caladero, no dudaremos: o pescamos todos, o no pesca nadie. El año pasado, la flota asturiana de bajura (unas 150 embarcaciones) sólo pudo pescar xarda diez días, lo cual es una miseria. Estamos hartos de que nos tomen el pelo", expuso Dimas García, presidente de la Federación.