El anuncio del progresivo cierre durante la década de los años ochenta del pasado siglo de los cuatro hornos altos que tenía Ensidesa en Avilés motivó un tímido movimiento social favorable a mantener en pie al menos una de esas estructuras como símbolo de la historia siderúrgica avilesina; la iniciativa fracasó, a diferencia de Sagunto (Valencia), donde sí se conservó un horno. Aquellas ansias "conservacionistas" se avivaron al hacerse pública la intención del Estado de derruir la central térmica de Ensidesa para liberar 76.000 metros cuadrados de suelo industrial; nuevo chasco, la térmica quedó reducida a escombro durante 2008. El nuevo icono de los partidarios de legar a las generaciones venideras una pieza de la arquitectura fabril avilesina son las baterías de coque, "poseedoras de un valor patrimonial digno de ser conservado" cuando Arcelor las apague en 2020, en opinión de Paco Ramos, portavoz de Ecologistas en Acción.
Tal es el interés que despierta la salvación de las baterías de coque de Avilés tras su previsto cese de actividad que la organización ecologista -una confederación de más de 300 grupos ecologistas distribuidos por toda España- plantea esa aspiración en las alegaciones presentadas esta semana al proyecto de reinicio de la actividad en la coquería de Gijón. Lo hace en los siguientes términos: "El cierre definitivo de las baterías de Avilés supondrá, además de una reducción de emisiones, una importante transformación de esa zona de Avilés, cierre que esperamos que no suponga una nueva destrucción del patrimonio industrial asturiano, por lo que deberíamos aprender de las experiencias de otros lugares con instalaciones similares, como el de la ciudad alemana de Essen, recientemente galardonada con el premio Capital Verde Europea".
Otra "oportunidad"
Otra "oportunidad"
Al habla con este diario, Paco Ramos ratificó su convencimiento de que el cierre de las baterías de coque de Avilés depara otra oportunidad para desarrollar un proyecto ejemplar de conservación del patrimonio industrial: "Avilés y Asturias en buena medida tienen un rico pasado vinculado a la industria que no debería ser borrado de un plumazo. Desgraciadamente, esa ha sido la norma en los últimos años".
El portavoz de Ecologistas en Acción de Asturias discrepa de la opinión generalizada favorable a derruir las baterías de Avilés y aprovechar el solar (más de 400.000 metros cuadrados) para la instalación de nuevas empresas que se sumarían a las ya existentes en el polígono circundante. "Existe una bolsa de suelo industrial sin ocupar que suma cientos de hectáreas en el centro de Asturias y en la Zalia; no obstante, también podría hacerse un desarrollo mixto que contemple la conservación de parte de las baterías y la utilización para nuevas actividades productivas del resto", expone Ramos sin cerrar ninguna puerta y poniendo sobre la mesa un punto de vista hasta ahora inédito sobre el futuro de la coquería avilesina.
