Ciencia muy luminosa en Avilés. El Instituto Tecnológico de los Materiales de Asturias (ITMA) ha puesto en marcha varios proyectos innovadores basados en la luz y destinados a sectores como el de la salud, el energético y la agricultura. Uno de los que está más avanzado, y que cuenta con la colaboración del Instituto Fernández-Vega, es el desarrollo de unas gafas con filtro luminiscente que bloquean los rayos ultravioleta y los convierten en luz roja. La primera, la luz azul, según explicó el investigador Amador Menéndez, coordinador del grupo de materiales octoeléctricos, puede llegar a provocar daños en la retina y, como consecuencia, generar glaucoma. La segunda, la roja, "es como un masaje para el ojo", ya que consigue relajar los músculos y calmar el sistema nervioso.

"Los resultados son prometedores y estamos muy ilusionados", aseguró ayer Menéndez durante la presentación que ofreció en el ITMA a los cinco jóvenes titulados que acaban de recibir unas becas concedidas por la Obra Social La Caixa para realizar prácticas y formación especializada en el complejo conocido como la Manzana del Acero. Estuvieron acompañados de un grupo de juniors de Arcelor-Mittal que también recibirán formación en el centro tecnológico.

Los investigadores del centro avilesino también tienen en marcha varios proyectos encaminados a la manipulación de la luz a través de conversiones espectrales. Estos se pueden utilizar, por ejemplo, en el campo de la agricultura vertical. "Las plantas, de todos los colores de la luz, sólo aprovechan el rojo. Si pudiéramos convertir todos los rayos de sol -suma de los colores del arcoiris más infrarrojos y ultravioletas- en rojo, se podría mejorar por siete la eficiencia de la cantidad de luz que llega a las plantas", apuntó Menéndez.

En una amena exposición, el investigador también habló de otro puntal del ITMA, como es el trabajo con el láser. "Estamos buscando nuevas aproximaciones y buscando el matrimonio del acero y la luz", aseguró. El objetivo es que el acero "sea capaz de atrapar esa luz y convertirla en energía". Se podría utilizar, por ejemplo, para dar electricidad a las casas, a través de las propias paredes de acero.

Los científicos del ITMA están manos a la obra para desarrollar un sistema que permita aprovechar la energía solar de una manera más eficiente y barato que los actuales paneles solares, que apenas aprovechan entre un 7 y un 15 por ciento. Por ello, están investigando concentrados solares luminiscentes realizados a base de vidrio recubierto de pinturas luminiscentes. "El vidrio es más barato que el silicio cristalino -con lo que están hechos los paneles- por lo que reduzco costes y puedo bajar el precio", explicó. Uno de sus desarrollos podría ser a través de las ventanas de las casas.

A partir de ahora, los becarios universitarios tendrán la oportunidad de conocer a fondo todo el sistema de transformación e investigación que se realiza en el ITMA con el proceso siderúrgico. Para ello, contarán con profesores de la Universidad de Oviedo y docentes especialistas, además de prácticas y visitas a las instalaciones.