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Una nueva oferta de ocio en la ciudad

Escapar está de moda en Avilés

La afición a encerrarse en una sala para tratar de salir al exterior en una hora usando el ingenio crece con fuerza en la ciudad, con cuatro nuevos negocios de este tipo en apenas unos meses

Las salas de escape, el juego de moda, han conquistado Avilés. Cuatro negocios especializados en este ocio, donde los usuarios (grupos de hasta seis personas) pagan por encerrarse y se devanan los sesos para volver al exterior, han abierto al público en la ciudad en apenas un año. El reto parece sencillo: el jugador entra en una sala, en la que queda encerrado y de la que tiene que salir utilizando el ingenio en apenas una hora. Las normas suelen ser tres: nunca usar la fuerza, todas las pruebas se resuelven desde el suelo (nada de subirse a los muebles de atrezzo) y cada llave que se entrega abre solo un candado. El resto, tirar de ingenio, imaginación y a divertirse.

Dos de las nueve naves del centro de empresas de La Curtidora son ahora salas de escape. Abrieron prácticamente a la par, el pasado diciembre. Asier Martínez y David Casado dejaron a un lado sus respectivos negocios para impulsar "Las Celdas", que pese a su corta edad ya es considerada una de las habitaciones de este tipo más potentes de Asturias por los "roomers". "Visitamos una sala en marzo del año pasado y nos encantó. Somos de la generación de las aventuras gráficas de ordenador, tipo 'Monkey Island', y una sala de escape es la aventura gráfica llevada a un espacio real", apunta Casado.

Martínez y Casado se inspiraron en la primera sala de escape de Asturias, la gijonesa "Escape Real". "Nos pareció que Avilés se merecía una oferta de calidad de ese tipo. En julio, ya estábamos en La Curtidora porque todo lo que te ofrecen aquí no es fácil de encontrar, con todos los servicios y una nave; y ese mismo mes comenzamos las obras. Todo lo que hay aquí lo hicimos nosotros. Y en diciembre ya abrimos", explica este castrillonense.

El primer juego que oferta "Las Celdas" es "La Grieta". El jugador viaja al Hamburgo de 1980 y, mientras visita un búnker de la II Guerra Mundial, estalla un conflicto bélico global. "Tienen que ir atravesando puertas hasta llegar a un objetivo: conseguir unas máscaras de gas y una llave. Lo más obvio es en lo que no caen", explica Casado. El negocio, pese a su juventud, va viento en popa. "Hemos cobrado el primer mes, no nos lo creemos. En el puente de diciembre tuvimos mucha gente, también en navidades y en enero seguimos muy bien de reservas. Nos hemos podido repartir hasta un trocito de pastel", añade Asier Martínez, que prepara ya junto a su compañero el siguiente capítulo, que prometen será "terrorífico".

A unos metros del búnker está la sala de escape que pusieron en marcha, también en diciembre, Francisco Cobo y Maite López. "Todo empezó porque jugamos en varias salas, en Asturias y en otras provincias. Nos encantó la experiencia y nos lanzamos a abrir una. Las salas de escape estaban en pleno auge, creímos que era el momento oportuno", explica él, monitor de bailes de salón y latinos, aficionado a la magia y amante del misterio.

En "La Casa de Sam" ocurren fenómenos paranormales y los "roomers" tienen que localizar a unos amigos que se encuentran en paradero desconocido desde que se adentraron en la vivienda. "Hemos cambiado el argumento y estamos dándole una vuelta", añade el emprendedor.

El castillo de Gauzón también está en Avilés, en la calle Fernando Morán. En "Objetivo Escape", la sala que impulsaron Manuel Heres y Macarena Rodríguez, el reto consiste en descubrir el secreto de la verdadera Cruz de la Victoria y, para ello, hay que adentrarse en un castillo. Mejor no contar más detalles, para no chafar las sorpresas que se esconden en pleno centro de la ciudad. "Mi mujer trabaja por cuenta ajena y yo soy autónomo del sector metal. Llevábamos tiempo pensando en abrir un negocio, fuimos a jugar a la primera sala que se abrió en Asturias y empezamos a hacer números. Todo fue muy rápido: ideamos el juego, alquilamos el local y nos pusimos con la obra", explica Heres.

La pareja tuvo claro en todo momento que quería ambientar su primer juego "en algo de aquí". Y "qué hay más asturiano que Pelayo y el castillo de Gauzón". Así que idearon un juego de escapismo que se desarrolla en el castillo en el que se forjó la Cruz de la Victoria.

"La gente sale encantada y el perfil es muy variado, desde niños a mayores, aunque la mayoría está entre los 20 y los 45 años. Ahora tenemos muchas celebraciones de cumpleaños", añade Heres. Por su negocio han pasado ya cerca de 800 seguidores. "Tenemos muy buen rollo entre nosotros y además no somos competencia porque el que sale de un juego no va a volver", concluye este castrillonense, que prepara junto a Macarena Rodríguez su nueva oferta (una segunda sala de ambiente futurista y un juego portátil, "La cuenta atrás", en el que el objetivo es desactivar una bomba).

Completa la oferta del escapismo en Avilés la sala que impulsó María Esteban en Sabugo, ambientada en el Antiguo Egipto, si bien en este caso se ofrecen también otro tipo de alternativas, como juegos de rol y cluedo.

Dice David Casado que sus amigos se reían cuando les contó la temática de su nuevo negocio: "¿Me estás diciendo que la gente te va a pagar porque la encierres?". Pues que a los asturianos les gusta el escapismo está ya más que confirmado, como demuestra el furor de las salas que proliferan en Avilés.

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