La comarca avilesina se está volcando en la recogida de firmas para que el Ayuntamiento de Castrillón permita el acceso de perros durante el verano en algunas playas del concejo fuera del horario de baños. Además, dueños de canes y usuarios de otros arenales, como el gozoniego de Xagó, reclaman que en esa playa se habilite una zona para animales de compañía similar a la de Bayas.

Los promotores de la iniciativa castrillonense piden al Ayuntamiento que permita la estancia de perros durante la temporada estival en las playas de Salinas, El Espartal y San Juan de Nieva, de nueve de la noche a nueve de la mañana. Asimismo, reclaman que en la zona habilitada de la playa de Bayas los perros puedan estar sueltos.

La modificación de la ordenanza municipal de playas de Castrillón amplía en 30 días el periodo para que los perros puedan acceder a los arenales. La ordenanza municipal prohibe la estancia de perros en las playas castrillonenses (excepto Bayas) entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre. Hasta hace un año la prohibición era del 1 de mayo al 30 de septiembre. La ordenanza municipal de Gozón prohibe el acceso de perros a las playas del concejo entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre.

El verano pasado se permitió por primera vez la estancia de perros en una zona de la playa de Bayas. La iniciativa arrancó con protestas de los vecinos que se quejaban de que el gobierno castrillonense no había contado con ellos y la playa no ofrecía los servicios necesarios para los perros. Los usuarios reclaman a los responsables políticos de Castrillón que modifique la ordenanza municipal para permitir que los perros estén sueltos en la zona habilitada para ellos. Asimismo, para evitar molestias a los vecinos y usuarios del arenal, piden el cercado de la zona dunar que limita con el área de mascotas, una mejora que ya ha exigido el Principado. Además piden una fuente para los perros y papeleras para poder mantener la playa en buenas condiciones.

Unas condiciones similares a las de Bayas piden algunas colectivos para Xagó, un arenal de más de dos kilómetros de longitud y que también está limitado por un sistema dunar. Los promotores de estas iniciativas quieren que los cambios se hagan siempre con respeto hacia los usuarios que no tienen perros y ponen de ejemplos otras playas de la geografía española.