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El director de "Yo, Feuerbach": "Con grandes actores siempre es más fácil"

El teatro Palacio Valdés acoge el viernes un montaje con Pedro Casablanc que plantea "la utilidad de los sueños", apunta Antonio Simón

Pedro Casablanc, en una imagen promocional de "Yo, Feuerbach". MARTÍ E. BERENGUER

"Trabajar con grandes actores siempre es más fácil". Quien dice esto es Antonio Simón, que dirige a Pedro Casablanc en "Yo, Feuerbach", el espectáculo que se representa el próximo viernes (20.15 horas) en el teatro Palacio Valdés, la historia de un gran actor venido a menos que, porque necesita trabajar, se ve sometido a una audición en la que ni siquiera está presente el director. "Pero la obra no sólo va de eso, la obra se plantea el sentido de la vida, la utilidad de los sueños, el desengaño que viene después", añade el director de escena, que conversa con LA NUEVA ESPAÑA tras impartir una de sus clases en el Instituto del Teatro de Barcelona, que es donde trabaja el responsable de la función que devuelve esta semana el teatro al odeón avilesino.

"Pedro Casablanc fue la primera idea que tuve para este montaje", apunta Simón. "Le llamé y me respondió mandándome en un Whattsapp una fotografía del libro todo subrayado", confiesa el director del montaje. "Yo, Feuerbach" es un diálogo que escribió a principios de los años noventa el dramaturgo alemán Tankred Dorst. "Es un texto enorme que entra por los poros", explica Simón. "Lo había leído hace veinte años y un día me dije que lo haría cuando estuviera preparado, entonces no era el momento", confiesa. "Casablanc me dijo que era uno de los textos que siempre había querido hacer", añade el responsable de la producción.

"Yo, Feuerbach" se estrenó en el Festival Grec de Barcelona, en el Teatre Lliure de la capital catalana. Posteriormente, estuvo un mes en el teatro de la Abadía de Madrid y ahí fue donde empezó a sonar. El montaje es pequeño, pero los asuntos que lo determinan, muy grandes.

Junto a Pedro Casablanc trabaja Samuel Viyuela, que es el ayudante de dirección, la persona que tiene que examinar al hombre maduro que lo fue todo y que se ve obligado a demostrar lo que se suponía que ya estaba superado. "La mayor parte del tiempo está callado, pero es muy difícil escuchar en el teatro", confiesa Antonio Simón.

"Yo, Feuerbach" es un espectáculo de "pequeño formato". De hecho sólo son dos los actores sobre las tablas. "Se adapta mejor a los calendarios de los actores y, a la vez, es más fácil de vender", apunta Simón. "El mundo de los actores está como está y tienen que trabajar en más de un espectáculo, en una teleserie", sentencia el director de la función que reconoce que las obras que prefiere son aquellas "en las que uno puede cambiar de perspectiva". Simón prepara para el próximo año un gran montaje de teatro, "un gran clásico del siglo XX", dice. "No me dejan decir el título, pero sí que estarán Alberto Jiménez, Pepe Viyuela, Fernando Albizu y el propio Pedro Cabalanc", apunta. Grandes actores.

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